La tragedia golpeó a una familia de Santiago de Cuba en la madrugada, cuando un deslizamiento de tierra provocó el derrumbe parcial de una vivienda en el reparto Veguita de Galo.
El hecho dejó como saldo la muerte de un vecino de la comunidad, en medio de las intensas lluvias que han azotado al oriente del país.
El muro colapsó mientras la víctima dormía
El fallecido fue identificado como Luis Mario Pérez Coiterio, de sesenta años, quien residía en la calle 13, entre calle 11 y calle K. Vecinos fueron los primeros en hallar el cuerpo sin vida bajo los escombros, tras el desplome de un muro de la vivienda ubicada en una ladera inestable.
Rescatistas del destacamento de Salvamento y Rescate del Comando 4 de Vista Alegre acudieron rápidamente al lugar y lograron recuperar el cuerpo entre los bloques derrumbados. Según los testimonios, el colapso ocurrió mientras el hombre dormía, sin darle oportunidad de escapar.
Advertencias previas sobre la vivienda en riesgo
Familiares de la víctima explicaron que en días anteriores le habían pedido a Luis Mario no regresar a la vivienda, por las vulnerabilidades y el riesgo de derrumbe que presentaba la construcción. Sin embargo, él decidió retornar pese a las advertencias.
La esposa, una adulta mayor con dificultades auditivas, confirmó entre lágrimas que ambos se habían trasladado temporalmente a otro lugar más seguro, pero que su esposo había preferido pasar la noche en la casa. Tras la tragedia, fue llevada nuevamente por familiares a un sitio protegido.
Lluvias intensas en el oriente cubano agravan la situación
Las autoridades señalan que el deslizamiento fue consecuencia de las intensas precipitaciones registradas durante la noche y madrugada en la región oriental, las cuales han provocado inundaciones y afectaciones en varias zonas de Santiago de Cuba.
En el lugar estuvieron presentes representantes de la Cruz Roja y de los bomberos voluntarios, quienes confirmaron la magnitud del desastre y expresaron condolencias a la familia afectada.
La comunidad, consternada, acompañó a los rescatistas y lamentó la pérdida de un vecino querido, víctima de un evento que pone en evidencia los riesgos de vivir en zonas de laderas con viviendas debilitadas por el tiempo y las lluvias constantes.