La promesa era ordenar la venta del gas licuado con MiTurno en Transfermóvil. La realidad, sin embargo, huele a humo. En la calle manda la incertidumbre: reglas que cambian, turnos que se caen y silencios oficiales que calientan más que la hornilla.
Las Tunas: veintiséis días, listas paralelas y turnos que “desaparecen”
En los grupos locales repiten la norma: si el contrato tiene dos balitas, solo se puede comprar cuando hayan pasado al menos veintiséis días desde la última compra. La regulación es por contrato, no por cantidad de cilindros en casa. Sobre el papel suena claro. En los puntos, no tanto.
Vecinos llegan con su MiTurno y les dicen que la venta va “por orden de llegada”. Otros consultan la app y el número asignado ya no aparece. El dinero del turno, esos diez pesos cubanos, no se devuelve. ¿Poco? Sí. ¿Propios? También. A eso se suma la confusión con la “primera vuelta” y la “segunda vuelta”, sin una fecha pública de cierre. Mientras tanto, se prioriza a quienes no compran desde hace muchos meses, pero sin explicar cómo se hará sin romper la cola ya creada. Resultado: más molestias que soluciones.
Cienfuegos: algoritmo cuestionado, abasto intermitente y apagones que tumban todo
En Cienfuegos la queja es directa: el sistema no respeta el orden por fecha de última compra. Personas apuntadas desde mayo quedan detrás de clientes de junio o septiembre. La lógica mínima que piden es sencilla: que el algoritmo ordene por antigüedad real y no por quién “cliqueó” primero.
El golpe de gracia lo ponen los apagones de muchas horas y la conexión móvil inestable. Sin datos ni SMS, el proceso digital se vuelve una carrera a ciegas. La refinería no abastece de forma estable y los puntos se quedan cortos. La gente protesta en oficinas y radios locales. Y pregunta, con razón, a dónde van las balitas que no se entregan cuando el turno se cae por “error”.
Matanzas: listados anunciados, camiones incompletos y ancianos esperando al sol
En Matanzas se publican listados con puntos de venta y números a atender. Pero la práctica falla. En Armando Mestre se anunció la entrega de doscientas balitas y llegaron cerca de cincuenta. Adultos mayores y trabajadores pasaron el día esperando. Nadie avisó a tiempo del recorte. Un aviso simple hubiera evitado la cola perdida y el malestar. ¿Cuesta tanto informar cuando hay cambios de ruta o atrasos de los camiones?
Tecnología sin piso social: así no funciona
Digitalizar no es solo poner una app. Hace falta reglas claras, listados públicos y consistentes, y un calendario visible por punto. Urge publicar hasta dónde llega cada “vuelta” y cuándo arranca la siguiente. Urge también un canal oficial que explique reprogramaciones y atrasos en tiempo real. Y sí, hace falta un mecanismo de devolución de los diez pesos cubanos cuando el fallo no es del cliente.
También hay que mirar a los más vulnerables. Mucha gente mayor no domina Transfermóvil ni tiene móvil actualizado. ¿Alternativa? Ventanillas de apoyo, gestores comunitarios y una vía presencial controlada para casos justificados. Si no se incluye a esa gente, el sistema nace cojo.
La pregunta incómoda
Mientras MiTurno se enreda, el mercado informal sigue vivo. En algunos sitios se habla de balitas a precios de miles de pesos cubanos. ¿De dónde salen esos cilindros si los puntos oficiales se quedan cortos? Sin trazabilidad real y sin auditorías visibles, la desconfianza crece.
Qué haría falta mañana mismo
Tres pasos sencillos. Primero, ordenar por fecha de última compra de forma automática y auditable. Segundo, transparencia diaria: cantidad de cilindros por punto, hora estimada de llegada y cambios comunicados a tiempo. Tercero, respeto a la cola creada por MiTurno y devolución del pago cuando la reprogramación sea responsabilidad del sistema o de la empresa. Con eso no se arregla la falta de gas, pero al menos la gente sabrá a qué atenerse.
MiTurno puede ayudar. Así como está, solo suma tensión a una vida ya bastante cuesta arriba. Cocinar no debería ser una proeza. Mucho menos un acto de fe.
Tengo una duda,quitaron la app, Ticket x la conexión, pusieron Mi Turno xq era x transfermovil,pero sigue la misma situación,o peor q la anterior,no te llega la notificación a tiempo,o no llega,no te dan una explicación clara,no informan la cant.de cilindro q llegan y sigue el rejuego,el trapicheo,no hay control de nada ni de nadie,es la ley de quien puede pagar más