El Atlántico se calienta, pero los ojos están puestos en la formación de varias tormentas en las cercanías del Caribe y la península de Florida, en Estados Unidos. Así está la actualización sobre los trópicos y estas posibles formaciones que pudieran afectar próximamente a la isla, en la etapa ciclónica con mayores probabilidades de manera histórica.

El final de agosto se presenta con cuatro áreas destacadas para el desarrollo potencial por parte del Centro Nacional de Huracanes de Miami, pero la amplia área de baja presión que se mueve hacia el Atlántico central muy cerca de las islas más pequeñas del Caribe será el centro de la preocupación de los meteorólogos esta semana.

Una onda tropical se ha ido rastreando desde que salió de África hace ocho días y ha ido superando los muchos impedimentos atmosféricos en el camino y actualmente se está moviendo rápidamente a través del Mar Caribe central cerca de Jamaica. No obstante, los meteorólogos indican que debe moverse hacia América Central y el sureste de México.

TORMENTAS EN FORMACIÓN CERCA DE CUBA Y FLORIDA

Otras área de baja presión pequeña, pero tenaz que se desprendió de un frente estancado sobre el Atlántico centro-norte, se encuentra a pocas millas al este de las Bermudas. Lluvias y tormentas eléctricas se han disparado intermitentemente sobre la circulación definida, pero no se ha podido formar mejor por el viento del noreste.

“Es una curiosidad tropical y no representa ninguna amenaza para la tierra”, aseguran desde Miami.

La más llamativa es un área en expansión de baja presión que se mueve a través del Atlántico tropical medio. Con el apoyo incondicional de los modelos de pronóstico, el Centro de Huracanes de Miami, le dio una alta probabilidad de que se desarrolle en los próximos cinco días.

Explican que el área de baja presión es grande y aún está desorganizada, por lo que tomará un poco de tiempo para su crecimiento. Por ahora, los modelos mantienen el núcleo de la tormenta organizativa rumbo al norte de Puerto Rico y las Islas Vírgenes de los Estados Unidos, pero el resto de las islas del Caribe, deben mantenerse alertas, ya que el sistema aún se encuentra en sus etapas formativas y puede variar las direcciones.