Los accionistas de la compañía aérea norteamericana Spirit Airlines votaron esta semana para aceptar la compra de JetBlue Airways por 3800 millones de dólares americanos. A pesar del pacto, todavía el acuerdo multimillonario podría enfrentar un desafío por parte de los reguladores federales antimonopolio del país.

JetBlue emergió como el ganador en una guerra de ofertas con Frontier para adquirir Spirit, la aerolínea económica o “low cost” más grande de Estados Unidos. Spirit anunció el resultado de la pugna en un breve comunicado online.

Desde Spirit solo dijeron que el acuerdo de JetBlue fue apoyado por la mayoría de las acciones votadas y prometió un conteo exacto dentro de cuatro días hábiles, para mayor claridad al público.

La bolsa de valores de Wall Street esperaba ampliamente que los accionistas aprobaran la venta después de que prácticamente “obligaron” a Spirit a abandonar una propuesta de fusión con Frontier Airlines, a favor de la oferta más rica en efectivo de JetBlue.

«Este es un importante paso adelante en nuestro camino para cerrar una combinación que creará un retador nacional de tarifas bajas más convincente para las aerolíneas estadounidenses dominantes», señaló el director ejecutivo de Spirit, Ted Christie, después de la votación.

SPIRIT IRÁ A PARAR A MANOS DE JETBLUE

JetBlue emitió un comunicado en el que calificó la votación como «un hito importante en nuestro plan de unirnos a Spirit para crear un retador nacional de alta calidad y tarifas bajas para las cuatro grandes aerolíneas». Esto fue una clara referencia a American, United, Delta y Southwest.

¿Qué haría JetBlue? Se espera que la compañía vuelva a pintar los aviones de Spirit e incorpore a sus pilotos y otros empleados a la fuerza laboral de JetBlue. El acuerdo convertiría a JetBlue, con sede en Nueva York, en la quinta aerolínea más grande del país con más de 450 aviones y alrededor de 7,000 pilotos.

Por cierto, próximamente las cinco aerolíneas más grandes de Estados Unidos, estarían volando a Cuba con conexiones directas. Ya lo hacen American, JetBlue y Southwest, mientras Delta y United ya tienen los permisos y fechas topes para la reconexión desde Miami a La Habana.