Cuba enfrenta un brote viral que ya afecta a los hoteles y el Turismo, más allá de la vida cotidiana, mientras los hoteles también lidian con falta de agua, luz y medicinas, asegura prestigiosa revista turística. Cuba vuelve a enfrentar un escenario sanitario preocupante en medio de una infraestructura cada vez más deteriorada y servicios básicos al límite, según el medio especializado Reportur.
Mientras continúan los problemas de agua y electricidad en amplias zonas del país, una nueva epidemia —identificada como un brote de arbovirosis— se expande rápidamente desde Matanzas y ya afecta incluso a hoteles en áreas turísticas clave como Varadero.
Las primeras alarmas sobre esta situación surgieron desde redes sociales, donde numerosos cubanos denunciaban la presencia de un virus misterioso que causaba fiebre, fatiga extrema y dolores intensos.
Con el paso de los días, comenzaron a confirmarse reportes de enfermedades transmitidas por mosquitos, como el dengue, zika, chikunguña y oropouche, todas favorecidas por las aguas estancadas que se multiplicaron tras el paso del huracán Melisa y la falta de saneamiento estructural.
Aunque las autoridades han mantenido un nivel bajo de comunicación oficial, los testimonios de residentes de Matanzas, La Habana y Ciego de Ávila indican un aumento significativo de casos y señalan que varios hospitales están al límite de su capacidad.
Sin embargo, el colapso sanitario no es nuevo: centros médicos con escasos recursos, medicamentos inexistentes y cortes eléctricos frecuentes dificultan aún más la atención a los pacientes.
El avance de esta epidemia golpea directamente al turismo, un sector vital para la economía cubana. Varadero, la joya turística del país, ya registra hoteles afectados por la enfermedad tanto entre trabajadores como visitantes, agravado por la falta de medicamentos básicos y problemas en el suministro de agua potable.
Diversas fuentes aseguran que algunos alojamientos apenas pueden mantener sus servicios mínimos debido a los constantes apagones y la escasez de productos esenciales.
Vecinos de varias provincias reportan que la situación está fuera de control debido a la acumulación de basura en las calles y la imposibilidad de mantener rutinas de higiene adecuadas.
En zonas urbanas, las aguas estancadas se convierten en criaderos masivos de mosquitos, aumentando los contagios y acelerando el avance del brote.
Para Cuba, que depende del turismo para generar ingresos y sostener una economía ya debilitada, esta nueva epidemia podría representar un golpe mayor que otros episodios recientes.
La combinación de crisis sanitaria, falta de infraestructura y un sector turístico debilitado convierte la situación en una amenaza real para la ya frágil recuperación del país.
