Durante la madrugada de este domingo 26 de octubre de 2025, España y buena parte de Europa realizaron el tradicional cambio de hora para dar inicio al horario de invierno. A las 3.00 de la madrugada, los relojes se retrasaron una hora en España, donde viven miles de cubanos, volviendo a marcar las 2.00 en la Península y las 1.00 en Canarias.
Con este ajuste, los días serán más cortos y las horas de luz natural se concentrarán en las primeras horas del día, una medida que lleva aplicándose en Europa desde hace más de cinco décadas con el objetivo inicial de optimizar el consumo energético.
Aunque el cambio de hora de octubre está previsto en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y forma parte de un calendario quinquenal establecido por la Unión Europea, el debate sobre su continuidad sigue abierto.
Para eliminar definitivamente esta modificación estacional, sería necesario el respaldo del Consejo de Europa, del Parlamento Europeo y de una orden ministerial en España.
Los defensores del cambio horario, como el epidemiólogo ambiental Manolis Kogevinas, aseguran que ajustar el reloj según la luz solar ayuda a mantener el equilibrio biológico, ya que nuestras funciones corporales responden al ciclo natural de 24 horas.
En cambio, especialistas en Medicina del Sueño, como la doctora Celia García Malo, advierten que este cambio puede alterar el descanso, especialmente en niños, ancianos y personas con trastornos cognitivos, provocando insomnio o desajustes en los ritmos circadianos.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reiteró su intención de proponer ante el Consejo de Europa el fin de los cambios horarios, argumentando que el ahorro energético actual es mínimo y que el impacto en la salud es negativo.
La propuesta ha recibido el apoyo de países como Finlandia y Polonia, mientras que otros Estados miembros aún no logran consenso.
Desde que el Parlamento Europeo votó en 2019 a favor de permitir a cada país decidir su horario definitivo, el tema ha permanecido sin resolución.
La Comisión Europea planea realizar un nuevo estudio para respaldar una decisión definitiva. Mientras tanto, España inicia un nuevo invierno ajustando las agujas del reloj, con un debate que, lejos de cerrarse, sigue marcando el ritmo de la actualidad europea.
