Actualización de la entrega de alimentos de la canasta básica en Cuba y ventas en bodegas esta semana en algunas provincias cubanas, según datos oficiales del MINCIN. Situación de la canasta familiar normada esta semana. La distribución de la canasta familiar normada en Cuba continúa siendo un tema de preocupación para la población. En La Habana y Holguín, varios productos básicos como arroz, chícharo, azúcar y compota presentan retrasos en la entrega, lo que afecta directamente a los consumidores.
En la capital, el arroz correspondiente a junio y julio se está completando de manera parcial. Mientras algunos municipios como Playa, San Miguel, Regla y Guanabacoa ya recibieron parte de las entregas, otros permanecen pendientes.
Algo similar ocurre con el chícharo, cuya distribución avanza en Playa y 10 de Octubre, pero todavía falta cubrir municipios como Regla, Habana del Este, Boyeros o Cotorro.
Un residente de Centro Habana comentó: “El chícharo llegó con retraso, pero al menos pudimos completar la cuota. Sin embargo, seguimos esperando por el arroz de julio”.
En cuanto a otros productos, se reporta que la compota y el frijol liberado avanzan en algunos municipios, aunque siguen pendientes en zonas como Guanabacoa y Habana del Este.
Para septiembre, la entrega de azúcar donada y huevo de codorniz a embarazadas también refleja desigualdad territorial.
Canasta Básica en Holguín, oriente de Cuba
En Holguín, el panorama es similar. El arroz de mayo y junio está casi completado, aunque en Moa aún faltan varias bodegas por recibirlo. El azúcar crudo de agosto y la sal de los trimestres de mayo presentan atrasos, mientras que la distribución de chícharo de junio a septiembre muestra pendientes en cientos de bodegas.
Una vecina de Moa expresó: “Todavía no nos ha llegado el arroz completo, y eso genera malestar porque es el alimento que más usamos en casa”.
Además, productos como cigarro, pasta alimenticia, cárnicos y lácteos también enfrentan demoras o distribución parcial.
La situación evidencia las dificultades en la logística y en la disponibilidad de productos esenciales, lo que obliga a muchas familias a esperar semanas para completar la canasta familiar normada. Y quien dice semanas, dice meses.