Aunque la venta de dólares a la población cubana a través de las Casas de Cambio (CADECA) va a paso de tortuga, según numerosas críticas, el gobierno aseguró esta semana que sí poseen fondos en esta divisa norteamericana, pero solo para la apertura de nuevas tiendas en divisas.

La reciente confirmación de la existencia de fondos en dólares por parte del gobierno cubano ha generado expectativas en la población.

Sin embargo, dichos fondos están destinados exclusivamente a las tiendas en divisas y no para la venta a la población en las Casas de Cambio (CADECA), según las propias palabras de autoridades de CIMEX en Sancti Spíritus, de forma reciente.

Según declaraciones del directivo de CIMEX en el territorio, Yoan Valladares González «estas tiendas sí tienen un fondo, que ya hemos solicitado. Y cuando le aprueben pasaremos a la venta directa en USD».

Esto significa que, una vez que se apruebe la operación financiera correspondiente, los establecimientos comerciales podrán comenzar a vender directamente en dólares estadounidenses, pues poseen divisas en dólares para ello.

Sin dudas, esto muestra que el gobierno prioriza los fondos para las tiendas en moneda libremente convertible (MLC) para captar divisas extranjeras, limitando el acceso directo de la población al dólar en efectivo.

Fondos en dólares y la escasez de venta en CADECA 

Mientras tanto, la falta de disponibilidad de esta moneda en CADECA sigue siendo una preocupación para los ciudadanos que requieren dólares para diversos fines, incluidos viajes y compras en el exterior. Además de que el acceso al dólar, euro, dólar canadiense, en el mercado negro es cada vez más costoso.

Hoy el dólar americano, según el Toque, amanecía con un cambio de 355 pesos cubanos el billete, mientras el euro ya llegaba a 360 pesos cubanos.

Desde que el gobierno cubano retomó la compraventa de divisas en 2022 con un tipo de cambio oficial diferenciado, los ciudadanos padecen una oferta limitada de dólares en efectivo.

La creciente demanda de moneda extranjera amplifica la expansión del mercado informal de divisas, donde el dólar y el euro se comercializan a tasas significativamente más altas que las establecidas oficialmente por el Banco Central.