Un reciente estudio de universidades de España, arrojó que los inversores españoles frenaron sus negocios en Cuba debido al “panorama incierto” en la isla.

Según el reporte, ampliado por el medio 14ymedio, la inversión española en Cuba se estancó en 2023, con solo un 2% de las empresas españolas presentes en Latinoamérica apostando por la isla.

La crisis económica y social de la isla el año pasado (que se extiende a este), junto a las deficientes infraestructuras, son los principales motivos de esta reticencia de los inversores españoles en Cuba.

El informe «Panorama de Inversión española en Iberoamérica 2024», detalló que Cuba ocupa el último lugar en América Latina en cuanto a recepción de inversiones españolas. Países como México (82%), Colombia (75%), Chile (63%), Perú (55%) o Brasil (53%) acaparan la mayor parte de las inversiones, mientras la isla se queda con un exiguo 2%.

Las previsiones para 2024 no son mejores. Los empresarios españoles auguran un panorama económico adverso para Cuba, Venezuela y Ecuador, considerándolos los países con mayor riesgo de inversión en el continente este año.

Inversores españoles salen de Cuba y no arriesgan su dinero

Las restricciones económicas y políticas que han caracterizado a Cuba y Venezuela durante décadas, junto a la reciente crisis social y política en Ecuador, generan un clima de incertidumbre que desincentiva a los inversores españoles en estos países para este año.

A pesar del panorama general desalentador, el sector turístico sigue siendo el principal foco de inversión española en Cuba, con cadenas hoteleras como Meliá, Iberostar o Barceló gestionando un gran número de hoteles en la isla. El sector agroalimentario también cuenta con presencia significativa de empresas españolas.

No obstante, la inversión española en Cuba se encuentra en un momento crítico. La combinación de factores económicos, políticos y sociales adversos, junto a las deficientes infraestructuras, ha frenado el interés de las empresas españolas por invertir en la isla.

Las perspectivas para 2024 no son positivas, y se espera que la situación se mantenga estancada o incluso empeore en los próximos años.