Cientos de miles de usuarios de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A (ETECSA) se quejan constantemente de los problemas que tienen con las telecomunicaciones en la isla en tiempos de apagones. Cada vez que se corta la luz, pierden el servicio de teléfono fijo, WhatsApp, Facebook e Internet en general.

¿Qué pasa? El diario espirituano, Escambray, atendiendo a estas quejas de vecinos de la capital espirituana (aunque es algo que sucede en todo el país) conversó con Gustavo López Cruz, jefe del Departamento Comercial de Etecsa en Sancti Spíritus.

El directivo explicó que los equipos de acceso, como las centrales telefónicas y las radiobases, cuentan con un sistema de respaldo de energía limitado, que puede ser de baterías o de grupos electrógenos. Sin embargo, solo el 40 por ciento de los 66 sitios que brindan servicio en la provincia tienen grupos electrógenos. El resto depende de las baterías, que pueden agotarse rápidamente si hay cortes prolongados de luz.

“La crisis del sistema electroenergético nacional, que tiene un déficit importante en la capacidad de generación, afecta negativamente a todos los servicios de telecomunicaciones, como la telefonía básica, la cobertura celular, la velocidad de la conexión y el acceso a Internet, entre otros. Todo el equipamiento del sistema de telecomunicaciones funciona con energía eléctrica”, señaló López Cruz.

Apagones en Cuba: mala Internet y telefonía fija

El funcionario precisó que en el caso donde hay “gabinetes” es peor, porque las baterías de estos están muy deterioradas. “Este respaldo es de muy pocas horas, minutos e incluso hay sitios donde el deterioro es tan alto que cuando se va la corriente se apaga al instante”, agregó.

Al apagón hay que sumarle, el horario y el nivel de tráfico que tenga. Si el corte de luz sucede en la madrugada no debería afectar tanto a la conexión, porque hay menos usuarios conectados, pero si sucede en un momento pico de consumo, la situación se vuelve insostenible.

En concreto, desde ETECSA apuntan a que los apagones tienen un impacto negativo en todos los servicios de telecomunicaciones, con afectaciones a la telefonía básica, a la cobertura móvil, en la velocidad de la conexión y en el acceso a Internet.