Solicitar la nacionalidad de determinado país es un derecho universal contemplado, incluso, como estatuto jurídico. Por increíble que parezca, la española destaca entre las nacionalidades más solicitadas en el mundo y desde el año pasado entraron en vigor nuevas oportunidades para conseguirla.

Todo ciudadano extranjero que pretenda convertirse por ley en español debe hacerlo mediante el llamado proceso de naturalización, que contempla en sí cuatro vías principales nombradas “por opción”, “carta de naturaleza”, “residencia” y “posesión de estado”.

La primera de las mencionadas se basa exclusivamente en los vínculos familiares de los solicitantes con ciudadanos e incluye a aquellos individuos que “estén o hayan estado sujetos a la patria potestad de un español, aquellas personas cuyo padre o madre hubiera sido español y nacido en España y los adoptados mayores de dieciocho años”, según describe la web del Gobierno.

Sin embargo, desde finales de 2022 se abrieron nuevas posibilidades para que los extranjeros accedan con mayor facilidad a la nacionalidad española mediante la Ley de Memoria Democrática mejor conocida como Ley de Nietos.

Este nuevo procedimiento especial permite la adquisición de la nacionalidad española también en la categoría de “por opción” a los nacidos fuera de España de padre o madre, abuelo o abuela, que originariamente hubieran sido españoles, y que, como consecuencia de haber sufrido exilio por razones políticas, ideológicas o de creencia o de orientación e identidad sexual, hubieran perdido o renunciado a la nacionalidad española.

También incluye a “los hijos e hijas nacidos en el exterior de mujeres españolas que perdieron su nacionalidad por casarse con extranjeros antes de la entrada en vigor de la Constitución de 1978”.

NACIONALIDAD ESPAÑOLA EN 2023

La segunda de las vías excepcionales conocida como “carta de naturaleza” se otorga discrecionalmente por el Gobierno mediante Real Decreto y quienes pretendan acogerse a la misma, “han de acreditar documentalmente –entre otros extremos- su origen sefardí y su especial vinculación actual con España”.

La obtención de la nacionalidad por “residencia” resulta el proceso más usado actualmente por los extranjeros que se mudan a la nación ibérica ya que solamente exige la residencia de la persona interesada en España durante determinado tiempo y en las condiciones legalmente previstas.

También deben cumplir determinados requisitos como contar con buena conducta cívica e integrarse a la sociedad española que lo acoge. Por último, la cuarta vía para obtener la nacionalidad española es la posesión de estado que resulta la menos frecuente, ya que se basa en que la persona interesada haya poseído y utilizado esta nacionalidad durante diez años.