A pesar de los estratosféricos precios que describe la recién iniciada venta de autos en Cuba bajo la modalidad de comercialización en Moneda Libremente Convertible (MLC), ello no garantiza que los compradores satisfagan sus expectativas con esos vehículos.

Así ha pretendido demostrarlo un reportaje realizado por la web ADN Cuba, donde se toma el pulso al criterio popular de los habaneros.

Malas condiciones de algunos autos y el cuestionable servicio que se brinda en el punto de venta habilitado en La Habana.

“Un comprador quiso devolver su auto adquirido hacía tres días cuando vio que no funcionaba bien y que no tenía garantía, pero la empresa estatal vendedora, Cimex, dijo que así era el contrato de venta” publicó la mencionada página web. El propio entrevistado sugirió: “¡Revisen bien el auto antes de comprarlo!”.

Los vehículos, que se venden ya de uso, aunque sin precisar su kilometraje ni fecha de fabricación, son vendidos en Cuba a precios todavía superiores a aquellos con los que se comercializaron al momento de su lanzamiento en el extranjero.

Por ejemplo:

• El Geely que en Cuba cuesta 34 mil dólares ya de uso, se vende en 6 mil 802 dólares (USD) totalmente nuevo. 
• Un Renault Sandero que en la isla se comercializa en 40 mil dólares se consigue en 11 mil 124 USD, 
• El Peugeot 4008 TM que se vende en Cuba a 63 mil, en Europa tiene un costo de 18 mil 429 USD, 
• El Kia Picanto TA que en Colombia cuesta 10 mil 206 dólares, en Cuba tiene un precio más de tres veces superior, alcanzando los 38 mil USD.

Sin embargo, más allá de los polémicos precios lo otro que más preocupa a los compradores es la falta de garantía, debido a que los autos son de segunda mano y pueden fallar sin en cualquier momento, sin que se pueda devolver el dinero.

A uno de los entrevistados por ADN Cuba, se le preguntó “¿dónde preferiría comprar el auto, si en la calle o al Estado?”, y el ciudadano contestó sin dudar: “por supuesto que en la calle”.

Sin embargo, esa valoración no sería compartida por demasiados clientes, dado que los precios en el mercado subterráneo cubano superan con creces los costos del cuestionado mercado estatal. 

La baja oferta acumulada por años en el país ha servido para disparar la especulación interna, algo que solo se podría revertir si se permitiera la venta por parte de compañías y agencias extranjeras como en otros países del mundo, dado que por lo pronto parece imposible que el único suministrador de vehículos en Cuba, el gobierno, vaya a bajar sus precios de comercialización.

Desde el pasado 25 de febrero se ofertan solamente unos 30 modelos de autos de segunda mano, todos ellos a precios exagerados según puede constatarse en la lista publicada por CIMEX. Pese a ello, es de destacar que los costes actuales incluyen un descuento del 10 % con respecto, al que antes trenían cuando eran comercializados en CUC.

En la nueva modalidad, los interesados deben pagar los coches por adelantado mediante una tarjeta de crédito en MLC, es decir, cebada con euros, dólares u otra divisa extranjera fuerte.

La medida se ajusta a la política del Estado cubano de recaudar en un momento de gran estrechez financiera, que se ha visto agudizada además por  el endurecimiento del embargo financiero y comercial de EE.UU. desde la Administración de Donald Trump.

El 15% de la recaudación será para las empresas importadoras, mientras que el 85 % se destinará al mejoramiento gradual del transporte público en Cuba, una de las esferas más resentidas dentro de la sociedad cubana.