Se multiplican las colas cada madrugada para comprar panes en la capital avileña: “En los otros municipios de la provincia la realidad es más crítica, pues excepto Baraguá, que tiene tres panaderías; y Chambas y Morón, dos cada uno; el resto solo dispone de una”.

En Ciego de Ávila se ha dispuesto la venta controlada por la libreta de abastecimiento de los panes de “venta liberada”. Una aparente contradicción que busca precisamente que ese alimento llegue a más pobladores de la central provincia. Sin embargo, el descontento y las colas son una señal inequívoca de la tensa situación generada, a la cual se refiere el periódico Invasor.

“Porque 23 602 panes es una cifra ínfima, por más que Javier Fernández Sorí, director de la Unidad Empresarial de Base (UEB) de la Cadena Cubana del Pan, aclare que ese es el número del municipio cabecera”.

Se trata de una cifra inferior a la planificada inicialmente, que era de 27 490 panes diarios. Una cantidad que no se fijó de acuerdo a la demanda, sino a la cobertura de materia prima, dicho sea de paso. Por otro lado, antes el alimento se comercializaba solo en 4 puntos de venta, ahora lo hacen en 9, lo cual ha generado que se multipliquen las colas.

“Evitamos que solo compraran los vecinos de esos cuatro lugares y abrimos las posibilidades, pero no es que estemos haciendo más pan”, explica el directivo, quien además refiere que del total actual “13 490 van a las bodegas, 6 912 se entregan a vendedores que las llevan a consejos populares determinados y a zonas en cuarentena, y 3 200 a las cafeterías”, o sea, que no todos son vendidos directamente a la población.

Según explicó el directivo, las asignaciones han sido superiores a las de 2020, pero “aun así se ve menos, porque la demanda es mayor”.

Según concluye Invasor, la actual situación ha obligado a que los directivos de la Cadena del Pan realicen algunos recorridos para determinar una venta más justa y equitativa de conjunto con las autoridades de cada localidad.