Dólar en Cuba: Lo que la gente debe saber para no cometer errores tras la nueva reforma monetaria

El nuevo decreto sobre divisas no solo afecta a empresas y mipymes. También modifica la forma en que las personas pueden usar, guardar o mover dólares y euros. Para muchos cubanos, este es el cambio más sensible de los últimos años.

Las normas no eliminan el uso del peso cubano, pero sí reconocen un espacio más amplio para la moneda dura dentro de la vida económica. Y eso obliga a entender qué cambia realmente.

¿Qué pasa con las cuentas en divisas de la población?

Las personas naturales mantienen sus cuentas en divisas, ahora dentro de un sistema más claro. Pueden recibir remesas, ingresos desde el exterior y fondos provenientes de actores privados autorizados.

También podrán usar estas cuentas para pagar compras en divisas autorizadas, transferir a otras cuentas en divisas o convertir parte del saldo en pesos cubanos.

El acceso a efectivo en divisa sigue limitado por el propio banco, y eso no cambia.

¿Dónde podrán usarse dólares o euros dentro del país?

El decreto permite pagos internos en divisas, pero solo para entidades autorizadas. Esto incluye operaciones en la Zona Especial Mariel, ciertos comercios y algunas cadenas productivas.

Para la población, esto no significa un regreso generalizado a las ventas en dólares. Significa que habrá más lugares donde la divisa tendrá aceptación, pero bajo regulación estricta.

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¿Qué ocurre con los dólares que la gente guarda en casa?

El decreto no obliga a depositarlos ni a entregarlos.
Lo que cambia es lo que sucede cuando esa divisa entra al banco o se usa en una operación autorizada.

Las normas favorecen la bancarización: cada vez más pagos importantes se harán desde cuentas, no desde efectivo.

¿Habrá más control estatal sobre el dinero en divisas?

Sí.
El Estado obtendrá una parte de la divisa que generen actores privados autorizados. Aunque la medida no apunta directamente a la población, sí afecta la cantidad total de divisa disponible en el país.

Menos circulación libre significa mayor dependencia del mercado informal para quien no tiene acceso oficial.

¿Cómo impacta esto en la vida diaria?

La distancia entre quienes pueden operar en divisas y quienes solo dependen del CUP será más visible. Quien reciba remesas o tenga ingresos en moneda dura podrá acceder a bienes y servicios con menos fricción. Quien maneje solo pesos cubanos seguirá enfrentando precios más altos y falta de oferta.

¿Se profundiza la división económica?

Sí.
El decreto consolida la existencia de dos economías paralelas: la del CUP y la de la divisa. Esto ya ocurría, pero ahora queda respaldado por un marco legal amplio.

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Para el pueblo, el cambio central no es técnico: es social. Quien tenga dólares vivirá en un circuito económico distinto al de quien no los tiene.

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