Los trabajadores del Aeropuerto Internacional de Varadero Juan Gualberto Gómez alistan en estos momentos cada uno de los locales de esa terminal con vistas a una eventual reapertura del espacio aéreo cubano, el cual se mantiene cerrado desde hace varias semanas a fin de frenar la propagación del nuevo coronavirus.

El de Varadero es uno de los aeropuertos del país en que se han iniciado labores de limpieza y acondicionamiento antes de la autorización para retomar los vuelos internacionales en la isla.

Se trsta en este caso de uno de los aeropuertos de mayor actividad en todo el país, como quiera que se encuentra enclavado en uno de los destinos turísticos más visitados del Caribe.

Si bien desde el gobierno no se ha dado luz verde para la reapertura de vuelos internacionales, en el Juan Gualberto se realizan «labores de reorganización, limpieza, pintura, chapea» y embellecimiento, precisa la página oficial de esa entidad en la red social Facebook.

Entre otros detalles ha trascendido que desde el 15 de mayo se pulen la Sala de Última Espera, el finger 3, así como las ventanas de la terminal, así como «el área de desarrollo donde el aeropuerto está construyendo las viviendas para entregar a sus trabajadores».

Desde que el gobierno dispusiera el cierre de sus fronteras al país solamente han entrado cubanos y residentes permanentes, así como un escaso número de extranjeros que de manera puntual labora en la isla.

Hace solo unas horas se conoció la disposición del gobierno de limitar estrictamente la entrada al principal balneario del país, lo que ha sido visto por muchos como una medida cautelar para mantener libre de contagios la península de Hicacos.

Se ha manejado la hipótesis de una apertura gradual del turismo en la isla, concentrando a los visitantes extranjeros en los polos turísticos de la cayería cubana y en Varadero, siempre y cuando se mantenga aislado ese personal de los principales núcleos poblacionales cubanos.

Se trataría de una medida marcada por las necesidades económicas del presente, como quiera que el turismo constituye uno de los principales generadores de ingresos para la maltrecha economía nacional.

Hace muy poco el presidente de la Asociación de Empresarios Españoles en Cuba (AEEC), Xulio Fontecha, declaró a la agencia noticiosa EFE que «la desescalada parece próxima a comenzar. Eso va a implicar que alguna instalación hotelera y turística vaya abriendo poco a poco y, como es lógico, en primer lugar, para el turismo local».

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De cualquier manera, existe gran preocupación por parte de empresarios españoles de las compañías como Meliá, Barceló e Iberostar, presentes en Cuba. De modo que no sería descabelladas una cercana apertura al turismo internacional.

Para Fontecha, «haber controlado tan bien esta pandemia puede ser un punto muy positivo para la recuperación del turismo» en la isla, ya que una vez eliminado el peligro nuestro país podría gozar de una ventaja competitiva con respecto a otros destinos del caribe donde la situación es bien compleja en este minuto.

Entre las demás terminales aéreas cubanas que se están acondicionado se encuentran el Abel Santamaría de Santa Clara, el Frank País de Holguín y el José Martí de la capital cubana, también cercanos a importantes destinos turísticos del país, al igual que el aeropuerto de Varadero.