El gobierno cubano propuso a Irán fabricar tractores en la Isla, desde donde pudieran exportarse a toda América Latina. La propuesta fue hecha este domingo por el embajador de Cuba en el país persa, Alberto González Casals, durante una visita a la empresa Iran Tractor Manufacturing Industrial Group (ITMCO).

El diplomático cubano se refirió al prestigio internacional de la compañía iraní y alabó la  calidad de sus producciones. Según él, la nación caribeña “podrá convertirse en la base para exportar tractores iraníes a América Latina”, reportó HispanTV.

González Casals destacó cómo las sanciones internacionales a Irán han hecho que este país desarrolle de forma autónoma su industria. Por eso lo considera un modelo a seguir por otras naciones que buscan reducir su dependencia. En el caso específico de los tractores, todas las fases de la producción se llevan a cabo dentro del país árabe.

El funcionario aseguró además que “las relaciones políticas entre Irán y Cuba se encuentran en un nivel muy alto y este viaje tiene también como propósito ampliar las relaciones comerciales y equilibrar el nivel de los intercambios entre ambos países en los sectores económico y comercial”.

Fabricar tractores

La Compañía de Fabricación de Tractores de Irán inició sus operaciones en 1968 con capital persa y participación de Rumanía. El objetivo era producir varios tipos de tractores y máquinas industriales en la ciudad de Tabriz.

Desde 2008 la empresa es totalmente privada, y cada año produce cerca de 30 000 tractores, ligeros, medianos, semipesados y pesados. Según se lee en su página web, esta compañía es actualmente una de las 100 más grandes de Irán así como el mayor fabricante de tractores de Oriente Medio.

Desde que en Cuba se fabricaran y ensamblaran tractores de tecnología rusa, hace décadas, no ha podido retomarse la producción de estos equipos.

En 2016 dos empresarios norteamericanos propusieron montar una instalación para fabricar tractores ligeros, útiles para pequeños y medianos agricultores. Sin embargo, las negociaciones fracasaron en parte por las sanciones de Estados Unidos y por la burocracia y lentitud en la tramitación cubana.