La incautación del buque petrolero con destino a Cuba podría agudizar todavía más la situación eléctrica en la isla.
Un dato conocido este miércoles abrió un ángulo distinto sobre la reciente incautación de un petrolero frente a las costas venezolanas.
La información procede de fuentes estadounidenses que vinculan la carga con un destino fuera de la región.
El caso, que ya venía generando atención por su magnitud, terminó revelando detalles que comprometen a varios actores y rutas energéticas en el Caribe.
Confirmación sobre el destino final del crudo
Según Axios, el buque transportaba petróleo venezolano y navegaba rumbo a Cuba cuando fue interceptado por autoridades de Estados Unidos. Era parte de una red que movía crudo sancionado desde Venezuela e Irán.
Estas operaciones abastecían a la isla, en violación de las restricciones establecidas por Washington.
La fiscal general Pamela Bondi señaló que la operación se desarrolló con participación del FBI, Investigaciones de Seguridad Nacional, la Guardia Costera y apoyo del Departamento de Guerra.
Explicó que el barco acumulaba años bajo sanciones por su vínculo con una red dedicada al transporte ilícito de petróleo destinado al financiamiento de grupos considerados terroristas.
Bondi afirmó que la incautación se realizó “de forma segura y sin incidentes”. Agregó que las pesquisas continuarán con el Departamento de Seguridad Nacional para frenar el tráfico de petróleo sancionado en la región.
Dimensiones del buque y alcance del operativo
El medio estadounidense detalló que se trata de un VLCC, un superpetrolero con capacidad superior a 320 mil toneladas de crudo. Fue detenido cuando avanzaba hacia puertos cubanos, según las fuentes consultadas.
Axios indicó además que el cargamento formaba parte de un esquema mediante el cual Cuba revendería petróleo venezolano en el mercado negro internacional, especialmente hacia Asia y China.
En esta estructura, algunas fuentes mencionaron a familiares de Raúl Castro como actores informados de estas operaciones.
El presidente Donald Trump calificó el operativo como la captura “del mayor petrolero jamás capturado”, en referencia al tamaño del buque.
Desde su administración, destacaron el impacto económico para Caracas y La Habana.
Reacciones políticas y efectos en la región
El congresista Carlos Giménez celebró la acción y declaró: “Estamos viendo el fruto de nuestro trabajo: acciones concretas.
¡Basta ya de que el Cártel de los Soles en Venezuela le envíe petróleo a la dictadura asesina en Cuba, que luego revende esa gasolina a un precio prohibitivo al pueblo cubano!”.
Las fuentes consultadas describieron el operativo como un golpe simultáneo al sistema financiero de Nicolás Maduro y a los intereses energéticos del gobierno cubano.
Este episodio ocurre en un contexto de creciente presión militar y diplomática de Washington en el Caribe.
La incautación se considera uno de los movimientos más relevantes dentro de la estrategia de cortar los flujos logísticos y financieros que conectan a ambos gobiernos sancionados.
