La escasez de cilindros ha obligado a la empresa Cuba-Petróleo (CUPET) a tomar decisiones drásticas que afectan directamente a sus clientes.

En la provincia de Matanzas, por ejemplo, suspendieron la concesión de nuevos contratos de gas licuado por falta de las llamadas “balitas”.

Al decir de Rigel Rodríguez Cubells, director de la división territorial de combustibles en la “Atenas de Cuba”, la cantidad de cilindros disponibles no cubre la demanda. Precisamente en esa occidental provincia de la Isla radica una fábrica de envases para almacenar el importante producto.

Un elevado número de familias emplea el gas licuado para la cocción de los alimentos. Sin embargo, la producción de cilindros, también, resulta insuficiente. 

Alternativas vs. Déficit

Ante semejante panorama, donde reina la escasez de cilindros, entre otros faltantes, CUPET adoptó varias alternativas.

Las autoridades establecieron un sistema relacionado con la entrega de “balitas” a los clientes. En esencia, un mismo cilindro se le vende al propio cliente. ¿Cómo funciona este proceso?

Es simple su implementación, el cliente entrega su cilindro en el punto de venta habitual. Luego, por la tarde o al día siguiente se le entrega el mismo ya lleno y listo para usar. De esta forma se agiliza mucho el proceso y se evitan las lamentables demoras en las interminables colas. 

El citado ejecutivo comentó al diario local Girón que la escasez de “balitas” provoca un sinnúmero de situaciones adversas. Por ejemplo, cientos de clientes en todo el país pasan, en ocasiones, hasta un mes sin recibir gas licuado.

¿Las causas? En todos los casos tienen un contrato vigente con CUPET pero no hay cilindros, de ahí que estén obligados a tomar otra alternativa para cocinar los alimentos.

Datos oficiales de la empresa revelan que 942 consumidores no tenían cilindro hasta el cierre de mayo último, solo en Matanzas. De ese total, 152 tenían salideros, 101 fueron robados y el resto se compila como el déficit real de cilindros en esa provincia.