El gobierno de los Estados Unidos de América favorece a algunos migrantes con el Estatus de Protección Temporal (TPS). Esta clasificación concede una seguridad al extranjero arribado al país, para que no sea deportado.

Los interesados en obtener este tratamiento, tienen que poseer una ciudadanía determinada y demostrar un peligro real si son retornados a sus naciones de procedencia. El amparo transitorio se ofrece además a las personas que no tienen nacionalidad, pero deben cumplir con las exigencias migratorias. 

El Servicio de Investigación del Congreso (CRS) informó que más del 50% de los ciudadanos protegidos, son de lugares con situaciones políticas difíciles. Entre las nacionalidades caracterizadas con estos problemas, están El Salvador, Honduras, Haití y Venezuela. 

En una estadística de marzo del año anterior, se aprecia que había un número superior a 350 mil inmigrantes acogidos a la custodia momentánea. Esta cantidad de habitantes salían específicamente de 12 partes del mundo. 

Las causas que posibilitan la protección 

La población que emigra puede aplicar al TPS si alega ser víctima de un desastre natural por un fenómeno meteorológico, sísmico o epidémico. También son justificadas las condiciones temporales, que refiere un acontecimiento especial en la nación del usuario y puede proporcionar riesgo para su vida. 

Los conflictos bélicos por guerra civil o peligro a la integridad física son otras causas de importancia en la entrega del TPS. Para ser seleccionado al cuidado provisional, es necesario pertenecer a uno de los países caracterizados por su complejidad. 

Además, el solicitante debe permanecer en suelo norteamericano o estar ausente por motivos ajenos a su voluntad. Las autoridades alertan que no se entregará un TPS por la demora en los plazos de petición. 

Si un inmigrante interrumpe el proceso del TPS, tiene que reclamar una prórroga en el mismo tiempo de registro y debe presentar una evidencia sólida. Las personas con antecedentes penales tampoco recibirán una protección temporal.