El tránsito aéreo en Estados Unidos enfrenta una crisis que amenaza con paralizar los viajes justo antes del Día de Acción de Gracias. El cierre parcial del gobierno federal ha provocado una reducción drástica del personal y miles de cancelaciones en aeropuertos de todo el país.
Caos en los aeropuertos por falta de personal
El secretario de Transporte, Sean Duffy, advirtió que el tráfico aéreo podría “reducirse a un cuentagotas” si el Congreso no logra aprobar el presupuesto federal en los próximos días.
La administración de Donald Trump ordenó disminuir los vuelos en 40 aeropuertos debido a la falta de controladores aéreos y otros trabajadores esenciales, lo que ya genera caos entre los pasajeros.
Según datos de FlightAware, la mañana del domingo se registraban más de 1.330 cancelaciones de vuelos dentro, hacia y desde Estados Unidos. Entre los aeropuertos más afectados están los tres que sirven a Nueva York, además de los de Chicago y Atlanta.
Riesgo de colapso antes de Acción de Gracias
Duffy señaló en una entrevista con CNN que la situación podría agravarse en las próximas semanas. “La situación solo va a empeorar”, afirmó. “Las dos semanas previas al Día de Acción de Gracias, veremos cómo los viajes aéreos se reducen a un cuentagotas”.
El secretario insistió en que, si no hay un acuerdo entre demócratas y republicanos, muchos pasajeros “no podrán subir a un avión, porque no habrá tantos vuelos disponibles”.
Miles de viajeros en incertidumbre
El cierre gubernamental ha afectado no solo a los controladores aéreos, sino también a personal de seguridad, mantenimiento y apoyo en los aeropuertos. Las largas filas y los retrasos se multiplican mientras los viajeros intentan reprogramar vuelos o recuperar su dinero.
Las aerolíneas han comenzado a advertir a los pasajeros que revisen con frecuencia sus itinerarios y eviten cambios de último momento. Con la proximidad del feriado, la falta de personal podría dejar a millones de personas sin poder viajar para reunirse con sus familias.
Un impacto nacional
El cierre federal amenaza con paralizar uno de los periodos de mayor movimiento aéreo del año. Mientras tanto, el gobierno y el Congreso siguen sin llegar a un acuerdo que permita restablecer las operaciones normales antes de las vacaciones.