El final del horario de verano se acerca, y con él el momento en que millones de personas en Estados Unidos deberán ajustar nuevamente sus relojes. Cada año, el país realiza este cambio dos veces: en primavera se adelanta una hora para aprovechar más la luz del día, y en otoño se regresa al horario estándar.
Aunque muchos ya se acostumbraron a esta rutina semestral, el debate sobre su utilidad sigue abierto. Legisladores, científicos y ciudadanos cuestionan si el cambio horario aporta algún beneficio real en términos de ahorro energético o bienestar.
Una práctica centenaria que genera más críticas que beneficios
El horario de verano comenzó en Estados Unidos hace más de un siglo con el argumento de reducir el consumo eléctrico. Sin embargo, estudios recientes demuestran que la medida apenas tiene efecto en la factura energética y sí provoca alteraciones en los ritmos del sueño, el rendimiento laboral y la salud.
Algunos estados y territorios han decidido ignorar la norma y mantener un horario fijo todo el año. Es el caso de Hawái y la mayor parte de Arizona, excepto la Nación Navajo. También se mantienen sin cambios Puerto Rico, Guam, Samoa Americana, las Islas Vírgenes y las Islas Marianas del Norte.
Trump pidió al Congreso eliminar los cambios de hora
En abril pasado, el expresidente Donald Trump instó al Congreso a poner fin a la práctica, calificándola de “gran inconveniente” para la población y de “muy costosa” para el Gobierno. Su propuesta se suma a varios intentos legislativos que, desde 2022, han buscado establecer un horario permanente sin lograr consenso entre el Senado y la Cámara de Representantes.
Europa también quiere acabar con el cambio horario
Mientras tanto, el debate ha cobrado fuerza al otro lado del Atlántico. Este lunes, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, anunció que España propondrá a la Unión Europea eliminar definitivamente el cambio de hora en 2026. “Cambiar la hora dos veces al año ya no tiene sentido”, dijo, argumentando que el sistema “apenas ayuda a ahorrar energía y tiene un impacto negativo en la salud y en la vida de la gente”.
El ministro español de Economía, Carlos Cuerpo, advirtió además que las alteraciones del sueño reducen la productividad laboral y generan un costo estimado de 750 dólares por trabajador, según un estudio de la London School of Economics.
En Estados Unidos, la hora volverá a cambiar muy pronto
A medida que el otoño avanza, se acerca la fecha en que los estadounidenses deberán ajustar sus relojes. Este año, el horario de verano termina el domingo 2 de noviembre de 2025, cuando el país regresará al horario estándar.
Durante la madrugada de esa jornada, exactamente a las 2:00 a. m., los relojes deberán atrasarse una hora, marcando así el cierre del horario de verano y el inicio de una nueva etapa de días más cortos y noches más largas.
Buen día, ese horario no me gusta para nada ,no resuelve los problemas de quien , no se ahorra ,todo lo contrario y de veras me cambia hasta el carácter ufffh