Dentro del complejo escenario internacional la Aduana General de la República de Cuba refuerza sus acciones en frontera para enfrentar hechos ilícitos, y en particular, el tráfico de drogas.

La prevención del tráfico y consumo de drogas, en coherencia con la Política de Tolerancia Cero establecida por el país, es prioridad de la Aduana, según declaraciones oficiales a Cubadebate emitidas por Moraima Rodríguez Nuviola, directora de Enfrentamiento de la entidad.

Según la oficial, las drogas son un tema complejo, por el aumento sostenido de su producción y consumo, por la aparición de nuevas sustancias sintéticas, y por la tendencia a la legalización del empleo de la marihuana con supuestos fines médicos y recreativos en algunos países.

“Se ha mantenido la persistencia e intencionalidad de seguir empleando a Cuba como país de destino para la droga”, aclaró la funcionaria.

“Los intentos de introducir dichos estupefacientes se han manifestado principalmente en la vía aérea, con diversidad de orígenes y rutas, además de una mayor complejidad en las formas de enmascaramiento”.

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Hasta noviembre de 2019, la Aduana de Cuba descubrió 30 casos de tráfico de droga, en su mayor parte por la vía aérea; y fueron hallados 203 pasajeros que la traían con fines de consumo. Las estadísticas de 2019 son superiores a 2018, año en que se detectaron 25 casos de tráfico, 59 para consumo personal, y 3 de tránsito.

En total, en 2019 se ocuparon 21 kilogramos de droga, con predominio de la cocaína. También este año, se mantuvo la tendencia a la importación de marihuana y se incrementaron los casos de cannabinoides sintéticos, traídos de EE.UU.

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La Directora de Enfrentamiento de la Aduana de Cuba hizo una alerta a las llamadas “mulas”, y personas que intentan introducir la droga en su cuerpo humano o en sus equipajes. Casi todos lo casos  de este tipo detectados han sido extranjeros y mujeres que la traen ingerida, oculta en el cavidades del cuerpo o adherida al mismo.

Agrega la funcionaria que se ha evidenciado “el empleo de más de un correo de drogas en un mismo vuelo y los viajes en composición familiar, quienes vienen como garantes de las operaciones”. Se ha visto vinculado el tráfico de drogas con el tráfico de mercancías por frontera y mediante paquetería, cómo encomiendas.

Rodríguez Nuviola explicó que intentan burlar los controles aduaneros con la droga insertada en las cavidades,  en el doble fondo de equipajes, en objetos religiosos, cuadros y cámaras  para bicicletas, plumones, juguetes, alimentos, y otros.

“Continúan también los intentos de introducir medios regulados que afectan la seguridad de las personas en sus diferentes manifestaciones, como manoplas incorporadas a cuchillos, fulminantes y mirillas telescópicas, con escasa incidencia de armas de fuego”, subrayó.

Cuba ha sufrido también un incremento de la actividad de contrabando con distintas maneras de operar y métodos de ocultamiento para sacar de la Isla objetos que son patrimonio natural y cultural, y medicamentos, tabaco y sus habilitaciones, entre otros. Asimismo, se mantienen los intentos de contrabando de medios regulados por el Ministerio de las Comunicaciones.

Contra estos actos ilícitos, la Aduana ha reforzado la preparación del personal, las acciones de enfrentamiento y el empleo de medios técnicos de detección, destacó Rodríguez Nuviola.

La Aduana ha optado por el empleo de nuevas tecnologías de inspección aduanera. En los dos últimos años —aseguró la funcionaria— se han adquirido e instalado 85 equipos especializados en la detección de drogas, explosivos y otros.

“Una técnica muy importante, cuyo trabajo se continúa potenciando, es el entrenamiento canino para la seguridad vinculada con los alimentos y fitosanitarios, y drogas y dinero, a partir de la cooperación internacional”, concluyó.