Los cupones se dañan sin cesar siempre que los usuarios intentar usarlos para recargar sus tarjetas propias y, aunque los usuarios han reportado miles de veces este inconveniente, la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba ETECSA, los sigue comercializando.

Con monedas y puntas de bisturí o limas de uñas, con habilidad, suerte y, sobre todo, mucha paciencia, es que han logrado los clientes descubrir los dígitos para las recargas.

En agosto comenzaron a comercializarse estos cupones defectuosos en todas las oficinas y los puntos de venta de Etecsa. La venta se mantuvo en septiembre, octubre y ya en noviembre. En todo este tiempo, los clientes han tenido que lidiar con la molestia causada y la Empresa está al tanto.

Yamilé Yera Díaz, jefa de grupo de Comercialización del Departamento Comercial y Mercadotecnia ha declarado a la prensa: «Se han presentado problemas con los cupones de recarga de 10 pesos en moneda nacional, pues tienen más duro el scratch y eso hace que a la hora de intentar rasparlo se dañe».

Aseguran los funcionarios que ha sucedido en la Isla entera. No fueron ni una ni dos tarjetas, de ese lote —los cupones muestran la estampa de Habana 500—. Entraron solo a la provincia de Santi Spíritus cerca de 120 mil y en estos cuatro meses se han vendido aproximadamente 46 mil.

De acuerdo con Yera Díaz hasta el mes de octubre se habían reportado casi 2000 tarjetas dañadas. Y estos son solo los reportados.

Otros miles de cupones averiados quedaron sin reportarse en los cestos de basura. Lo peor es que los clientes preindispuestos temen comprar algo que probablemente tendrán que desechar.

Para empeorar la odisea de los cupones de recarga, está el hecho de que los clientes deben hacer las colas de Etecsa cada vez que se les daña un cupón; mostrarlo y luego a los tres días regresar para recoger el otro por el que se les cambia.

Laritza Castro Escobar, especialista comercial del Departamento de Telefonía móvil ha explicado: «La forma de resarcirle al cliente es recargarle la tarjeta y si no se le da otro cupón nuevo. Los que acudían a las oficinas comerciales con estos problemas debían esperar a que se les llamara en 72 horas, pero a partir del 18 de octubre si va con la serie de la tarjeta propia se le agiliza más el trámite.

»Además, se pueden enviar con los agentes de telecomunicaciones que no hacen cola y se les devuelven las tarjetas para que las repongan lo antes posible».

Los daños: consituye una pérdida de tiempo y recursos tanto para el cliente y para la empresa. Los clientes pierden su dinero y no consiguen algo tan sencillo como recargar una tarjeta; mientras, ETECSA debe duplicar trámites y vende menos cupones.

Según ha explicado Yamilé Yera Díaz, la causa de tantas molestias. «No son problemas de calidad sino que el pegamento está muy fuerte y hay que rasparlo con cuidado».

Mas, ¿por qué si si se conoce con anterioridad que causan tantas molestias no se retiran de la red comercial?

La jefa de grupo de Comercialización del Departamento Comercial y Mercadotecnia ha asegurado: «Las tarjetas no se quitaron de la venta porque había algunas que servían. La orientación es seguirlas comercializando».

Cuestionable manera de proteger a los clientes. No puede ser considerado normal que el usuario deba innovar para rasgar un cupón, que la norma sea que se compre uno y se le deba devuelva otro, que tenga que ir a ETECSA a recargar su tarjeta cuando los cupones se crearon para aligerar trámites. Y lo peor de toda la odisea es que, con conocimiento de causa, el cliente tenga que comprar algo al amparo de la suerte.