La distribución de gas licuado en Santiago de Cuba vuelve a paralizarse tras un intento fallido de normalización. Cuba Petróleo (Cupet) anunció este lunes la suspensión de las ventas hasta nuevo aviso, provocando indignación entre miles de usuarios que llevaban meses esperando su turno.

El anuncio, difundido a primera hora en el canal de Telegram de Cupet en Santiago, contradice lo que había sido presentado como una operación asegurada por las autoridades. Según el plan oficial, se entregarían 14.000 balitas diarias durante 24 días consecutivos. Sin embargo, apenas tres semanas después de iniciada la distribución, el servicio fue interrumpido sin aviso previo para gran parte de la población.

Malestar sostenido

Las quejas no se hicieron esperar. “Se llenaron la boca de decir que había gas para el 100% de los núcleos. Ya esto no tiene nombre”, comentó una usuaria frustrada. Otros denunciaron que llevaban desde el año pasado sin lograr comprar y que los turnos en la aplicación Ticket no avanzan. A pesar de las múltiples promesas, gran parte de la población sigue sin acceso al GLP.

El pasado 27 de mayo, la directora de la División Territorial de Comercialización de Combustible, Lisset González, garantizaba una “cobertura del cien por ciento” y detallaba el uso de turnos digitales mediante Ticket. Las cifras eran optimistas: 7.500 balitas diarias solo para Santiago de Cuba, repartidas en dos tandas. Pero la realidad ha desmentido esa planificación.

Mientras tanto, la prensa oficial intenta mostrar otra cara. El diario Granma publicó este martes una nota que destaca el esfuerzo de los trabajadores encargados del llenado y transporte del gas, sin reconocer el incumplimiento de los compromisos. Frases como “no podemos parar” o “debemos ponerlo donde realmente hace falta” contrastan con el enojo generalizado en redes sociales.

Varios ciudadanos señalaron que, aunque agradecen que se usen canales de comunicación como Telegram, la falta de transparencia y las promesas incumplidas han minado la confianza. Otros acusaron directamente a la prensa estatal de ser cómplice en la desinformación, mientras el pueblo sigue lidiando con colas, incertidumbre y soluciones improvisadas como el carbón o la leña.

El reparto de GLP había comenzado tras el pago tardío de un barco que permaneció semanas varado en el puerto de Santiago. Desde allí, la carga fue enviada también a La Habana y Camagüey. A pesar de este esfuerzo logístico, no se ha logrado garantizar el suministro sostenido.