Desde el pasado 6 de junio, un proyecto de ley presentado ante la Cámara de Representantes ha generado controversia al proponer la creación de un «billete digital» para la lotería tradicional, que existe hace más de 70 años.

El Proyecto de la Cámara 1723 busca enmendar la Ley 465-1947 de la Lotería de Puerto Rico, con el objetivo de implementar el billete digital y reducir los gastos de impresión.

El representante Ángel Matos, autor del proyecto, asegura que la intención no es desplazar a los vendedores tradicionales, sino modernizar la lotería y fomentar más jugadas. Sin embargo, algunos billeteros, en especial adultos mayores, expresan preocupación por el cambio tecnológico, dado que muchos de ellos trabajan en puestos de venta ambulante sin acceso a electricidad y no dominan la tecnología.

El billete digital se presenta como un recibo impreso con código de barra, único e intransferible, que permitiría mejorar la fiscalización de la venta y detectar vendedores ilegales. Algunos críticos señalan que existen acaparadores que revenden billetes a precios más altos, y la medida busca combatir esta práctica.

¿Eliminar o no el billete de la lotería tradicional?

El Proyecto de la Cámara 1723 ha abierto un debate acerca de cómo implementar tecnología en la industria de la lotería tradicional sin perjudicar a los vendedores y billeteros que han trabajado en ella durante años. Mientras el representante Ángel Matos argumenta que el billete digital permitirá mejorar la eficiencia del proceso y evitar la reventa ilegal, los billeteros expresan sus preocupaciones sobre cómo esto afectaría a su forma de trabajo y si podrán adaptarse a la nueva tecnología.

Uno de los aspectos clave de la medida es el ahorro en fondos públicos al eliminar los costos de impresión de los billetes. No obstante, los billeteros destacan que este cambio no debe desatender las necesidades de la industria actual y los desafíos que enfrentan, como la falta de acceso a electricidad en sus puestos ambulantes y la falta de familiaridad con dispositivos digitales.

La implementación de los billetes digitales sería un paso significativo hacia la modernización de la lotería tradicional, pero también implica considerar cuidadosamente los efectos sobre los vendedores y revendedores existentes. Además, el proyecto deberá abordar cómo garantizar que las personas mayores, quienes representan una parte importante de los billeteros, puedan adaptarse a esta nueva forma de vender los billetes.

Con las vistas públicas pendientes en la Comisión de Hacienda de la Cámara, se espera que se realicen debates más profundos sobre la medida, escuchando las diversas perspectivas de los involucrados en la industria de la lotería tradicional. El objetivo será encontrar un equilibrio entre la innovación tecnológica y el respeto a la tradición y las necesidades de los vendedores que han sido parte de la lotería durante décadas.