No hay dudas de que en la actualidad comprar alimentos en Estados Unidos resulta frustrante en ocasiones.

Los altos niveles inflacionarios han generado situaciones extremas, sobre todo, en aquellas personas que no les alcanzan sus ingresos mensuales. 

Justo aquí es donde entra a jugar un rol importante la reducción de impuestos de hasta $700.00 USD sobre las ventas de comestibles. Aquí te contamos de qué trata exactamente. 

La medida se aplicará, inicialmente, en Oklahoma. Allí, su gobernador Kevin Stitt dio luz verde a un un proyecto de ley sobre el tema en cuestión. De hecho, se eliminará, de manera radical, el impuesto sobre las ventas de comestibles en ese estado. 

En síntesis, quienes viven en Oklahoma podrán comprar sus alimentos sin tener que pagar impuestos, lo que hará que ahorren más dinero. Este beneficio fiscal entrará en vigor a partir de agosto del presente año.

Impuesto actual 

El actual impuesto sobre los comestibles es de 4.5%, o sea, pagas $4.5 USD más por cada $100.00 USD gastados bajo ese concepto. Con el proyecto de Ley HB 1955 aprobado por los legisladores y el gobernador, las personas dejarán de pagar ese dinero cada vez que compren alimentos.

Se estima que el hogar promedio de Oklahoma ahorrará, ahora, alrededor de $700.00 USD al año. Los detractores de la iniciativa calculan que reducirá los ingresos estatales en $418 millones de dólares al año.

“Para nosotros, los líderes, el impuesto a los comestibles era uno de los impuestos más regresivos que teníamos. Afectó mucho más a las personas de bajos ingresos que a las que ganaban mucho dinero”, comentó Stitt.

A partir de la entrada en vigor de esta nueva ley, Oklahoma dejará de formar parte de la lista negra de estados que gravan los comestibles. Por ejemplo, Dakota del Sur cobra actualmente un impuesto sobre los comestibles del 4.5%, superado por Mississippi (7%), Kansas (6.5%) e Idaho (6%).