Anouar G., ciudadano residente en la ciudad de Frankfurt, Alemania, encontró un cheque perdido de aproximadamente cuatro millones de euros destinado a una famosa empresa europea. Este señor halló el comprobante en una estación de trenes y devolvió la suma de dinero a la empresa a la cual estaba dirigida.Debía recibir dicho monto millonario la compañía alemana “Haribo”, conocida internacionalmente por la producción de golosinas que son comercializadas hoy en más de cien países.

El ciudadano, que regresaba de visitar a su madre, quedó totalmente sorprendido en la estación de trenes al ver el monto del cheque. Sorprendentemente, para retribuir la devolución que realizara Anouar, la compañía solo le obsequió seis paquetes de “gummy bears”, el equivalente a unos siete dólares.

Según declarara el señor de 38 años al diario británico Daily Mail “era una suma tan grande de dinero que yo casi no podía pronunciarla”

Pero, ¿qué sucedió luego de que Anouar encontrara el cheque? 

Resulta que la cuenta millonaria provenía de un supermercado Rewe a Haribo, pero la famosa empresa de dulces indicó al implicado no devolver el cheque. Por el contrario, pidió que destruyera el talonario y en su lugar enviara una fotografía como evidencia del dinero encontrado por él en la estación.

Anouar aceptó lo establecido y recibió como “recompensa” una caja con las bolsas de “gummy bears”, por lo que pensó se trataba una retribución “barata”. Por su parte la compañía declaró que este era un cheque imposible de redimir, excepto por ellos mismos, puesto que ya venía con un titular.

Sin mucho remordimiento, y ante el montón de críticas que recibió al divulgarse la noticia en Internet, la empresa Haribo ofreció planas declaraciones al respecto. Emitió que los dulces enviados a Anouar constituyen un paquete estándar con las famosas golosinas que suelen enviar a sus clientes en señal de agradecimiento.