Cuba no presenció la llegada de vuelos turísticos en su primer día de apertura al turismo en los aeropuertos de sus cayos, luego de revisar mediante el rastreador de vuelos mundial Airportia.

También, desde su cuenta de Twitter, Lorena Cantó, corresponsal de la agencia EFE en la Isla, había adelantado que en horas de la tarde de ese primero de julio, todavía no se reportaban llegada de vuelos.

“Cuba permite a partir de hoy la llegada de turistas en vuelos chárter pero solo a los cayos de las costas norte y sur, de donde no podrán salir. Por el momento no se ha anunciado la llegada de ningún vuelo en este primer día”, escribió la reconocida reportera.

A partir del 1ro de julio, el gobierno cubano autorizaba la llegada de vuelos chárteres hacia instalaciones hoteleras ubicados en Cayo Largo, Cayo Coco, Cayo Guillermo, Cayo Cruz y Cayo Santa María, por tratarse de algunos de los principales polos del turismo de playa en Cuba y por encontrarse en zonas aisladas, sin contacto directo con la población.

En otro comentario, la corresponsal de EFE dijo que eran “los hechos a día de hoy” y que no había ningún tipo de juicio de valor en su tuit. “Si hubieran aterrizado 20 vuelos, lo habría dicho igual. Si se hubieran divulgado datos de reservas, también”, escribió.

El Director del Centro Internacional de Prensa en La Habana, Alberto González, dijo en Twitter también, que esa situación de los primeros días sin turismo, “está pasando en muchas partes del mundo. Incluso nuestras autoridades han dicho que han tomado experiencias de otros países en las fases de desescalada”.

Desde el pasado 18 de junio, los agentes de viajes y turoperadores de la Isla habían comenzado a vender viajes a extranjeros para el primero de julio, si bien la llegada del turismo también será diferenciada durante las tres fases recuperativas y será paulatina.

Como se sabe, los viajeros internacionales no podrán salir de los mencionados territorios dentro del cayo, pero tendrán excursiones, alquiler de autos y otros servicios dentro de esos lugares.

Además, entre las medidas del protocolo se encuentran el control de la temperatura, las limpiezas constantes de los lugares, superficies, alojamientos y restaurantes, entre otros sitios, y otras precauciones que se aplicarán desde la llegada a los aeropuertos.

Pero sucede, que los principales emisores de turistas a Cuba, como Canadá o Europa, siguen vetados en movimientos en sus respectivas naciones, como para ver un repunte en la llegada de turistas a la Isla.

El propio anuncio de la aerolínea canadienses Sunwing, el proveedor más grande de viajes desde Canadá, de que no tenía planes inmediatos de volar a Cuba, es un duro golpe para ese turismo en la cayería.

“No tenemos planes inmediatos para comenzar a operar vuelos a Cuba, sin embargo, esperamos que las restricciones pronto comiencen a aliviarse”, dijo a AP, la directiva de Sunwing, hace unos días.

Hasta ahora la única que ha mostrado interés en volar a la Isla, pero en agosto, es otra aerolínea canadiense, Transat Air Canadá, lo que no reportaría entrada de turistas para el mes en curso.

Mientras en lo que respecta a Europa, los ciudadanos cubanos tienen vetada su entrada al espacio Schengen y de igual manera, los europeos tienen vetada su entrada a la Isla, pues los vuelos que están permitidos para llegar son solo chárteres, no con aerolíneas grandes y vuelos comerciales, por ahora suspendidos. Desde Europa solo hay habilitados vuelos humanitarios o de repatriación.

En un repaso por los medios de prensa provinciales de Villa Clara, Ciego de Ávila o la Isla de la Juventud, donde está habilitado Cayo Largo, no se recoge ninguna incidencia de la llegada de turistas a Cuba en el primer día de su apertura turística con el exterior, lo que no avizora ningún tipo de recuperación de ese sector económico, al menos de inmediato.

El Noticiero Nacional de la Televisión Cubana, tampoco informó sobre el arribo de turistas extranjeros en su primer día de apertura, y solamente se limitó a informar que Cuba estaba abierta y las medidas sanitarias que se tomarían con los visitantes en cada hotel de la cayería.