La página de Facebook de la Sucursal CIMEX de Pinar del Río publicó por estos días imágenes de una tienda de juguetes para niños en esa provincia que expende sus productos en pesos cubanos, según el propio anuncio. Pero el debate se ha extendido a las redes sociales, no solo por ser una excepción, en medio del centenar de tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC) si no porque los precios en pesos cubanos tampoco son accesibles para “el cubano de a pie”.

El pasado 10 de enero, CIMEX publicaba que “la tienda Siboney proponía variadas ofertas en pesos cubanos (CUP) para nuestros clientes más pequeños”. Al costado incluía varias fotos de disímiles productos, juguetes en general, como muñecas, peluches, barbies, carros, dinosaurios, entre otros. Al momento de esta redacción la publicación contaba con cerca de 300 comentarios y se había viralizado en redes.

“Muy lindo todo, mi pregunta es, ¿quién le puede llegar? Me imagino que los trabajadores de allí junto con los revendedores, ni más ni menos, nosotros los obreros y profesionales tenemos que esperar dentro de unos segundos que los revendedores pongan sus supersónicos precios, a ver si podemos llegarle a alguno, mi conclusión, este país no tiene solución”, decía un comentario dentro de tantos en dicha publicación.

El hecho es que los precios de los mismos, en muchas ocasiones eran de más de la mitad del salario mínimo de cualquier cubano, incluso, en algunos juguetes, tenía el costo de dos o tres salarios mensuales en moneda nacional. O sea, que daba igual que fueran en MLC o pesos cubanos, la situación sería la misma para los padres que deseaban comprar estos juguetes.

RAZONES DE LA DISCORDIA CON LA JUGUETERÍA EN PESOS

La periodista avileña Karín Gómez, reflexionaba en redes sociales sobre este caso: “Inaugurar una juguetería en CUP y hacer de ello una noticia en medio de un contexto de escasez de los productos básicos que cuando «aparecen» casi siempre hay que pagarlos en MLC parece que responde más a la comunicación política que a satisfacer las demandas reales del pueblo”.

Gómez señalaba que la «noticia» no le daba mucho ánimo. “Mientras tenga que seguir comprando en MLC, una moneda en la que no me pagan, el jabón, la comida o la ropa que mis hijos necesitan mucho más que los juguetes. ¿Por cuánto tiempo esa tienda estará tan abastecida? ¿Cuáles son los precios? Si para pagarlos tengo que desembolsar mi salario o, siendo optimista, la mitad de él, tampoco me resuelven mucho”.

Otra usuaria señalaba que si creían que poner esas fotos con juguetes a esos precios era algo bueno. “Para mí es una falta de respeto a la dignidad humana y a los sueños y felicidad de nuestros niños. He leído cada comentario y cada uno me duele profundamente”, concluía.