En medio de la peor crisis migratoria de la historia de Cuba, donde casi 200 mil personas han llegado a Estados Unidos en los últimos meses y otros miles se han marchado a Europa a Canadá, surgen historias de superación y sacrificio de los migrantes cubanos. Como muchos otros, dejan la “comodidad” de un empleo profesional en la isla y empiezan desde cero muy lejos.

Es el caso de esta migrante cubana, Zucel Osiowy, a quien la prensa canadiense le ha dedicado un reportaje, por ser una de las mujeres granjeras de una zona campestre, cerca de Abernethy en Canadá.

Cuando llegó a ese país la cubana fue a la ciudad, a Regina, pero supo que tendría que empezar de la nada en un empleo que le era muy lejano y del que no sabía nada. En Cuba era maestra de física, pero hace 14 años trabaja en una granja canadiense sembrando cosechas año tras año.

“Es un proceso de aprendizaje, todos los días aprendes algo”, señaló. Osiowy ha estado en la granja durante 14 años. Ha confiado en otras esposas de granjeros para adaptarse a esta nueva vida y ellas le han aconsejado cómo ir aprendiendo algunas labores para ayudar.

“Tengo una amiga, me dijo, ‘no aprendas todo en la granja. Yo digo ‘por qué’, dice ella, ‘porque entonces tienes que hacer todo’”, explicó la cubana que tiene una hija viviendo con ella.

CUBANA ES GRANJERA EN CANADÁ, CÓMO LO HIZO

La cubana aprendió a manejar una combinada. Se sentó en el asiento del compañero y observó a su esposo, hasta que un día tomó el volante ella sola y tomó las riendas de la pesada maquinaria.

“Si conoces a los agricultores, solo quieren que vayas, vayas, vayas. Simplemente me lo tomo con calma y trato de hacer lo mejor que puedo, solo para ayudarlo a quitarse el cultivo”, señaló.

Cuando no está en una maquinaria de la cosecha, está ocupada cocinando para la familia. La familia Osiowy cultiva canola, trigo y lino en 2,5 cuartas partes de la tierra de la granja.