La Comisión Europea está preocupada por los recientes rebrotes de covid-19 en varias naciones de la zona Schengen y las medidas unilaterales que algunos gobiernos están tomando entre ellos, como la exigencia de test negativos o cuarentenas, explica un reporte de la agencia española EFE.

Acciones individuales de este tipo, ya han afectado el turismo en España, pues tanto Reino Unido como Alemania ubicaron (con excepción de Canarias) al resto de España como zona de riesgo y sin turistas británicos o alemanes, por ejemplo, el turismo en Baleares no existe y por tanto el 23 de agosto habrá un cierre masivo de hoteles nuevamente.

Por estos días, los viajes internacionales entre naciones de la zona Schengen empiezan a convertirse en un verdadero problema, pues se están tomando algunas medidas prohibitivas que llevan a que la posibilidad del cierre de fronteras entre las propias naciones de la Unión Europea sea cada vez más probable. La multiplicación de casos de coronavirus y el miedo de los gobiernos naciones a la importación de contagios con el retorno de los vacacionistas a sus países de origen hace más improbable la opción de viajar en Europa.

Alemania, Países Bajos, Italia, Grecia, Reino Unido y Austria son ya los primeros países que han puesto restricciones a determinados turistas, que ya entorpecen las vacaciones  de millones de personas en tránsito por diferentes lugares de Europa.

La unilateralidad de las decisiones gubernamentales, la desesperación de urgencias y la aparente improvisación recuerdan al escenario de marzo que condujo al cierre total de las fronteras de los países Schengen, algo que sería un duro golpe a la economía ya maltratada del bloque.

La Comisión Europea teme que estas medidas individuales se extiendan a los 27 países de la Unión y por tanto sean inútiles las actuales condiciones de aperturas de fronteras.

Según revelaron las agencias AP y EFE, el pasado 7 de agosto, la Comisión remitió una carta a los representantes de los Estados miembros donde les recuerda que “dadas las experiencias al principio de la pandemia”, la coordinación en la movilidad transfronteriza “es vital para asegurar claridad y predictibilidad” para ciudadanos y empresas transnacionales en Europa.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) decía prácticamente lo mismo, pues recurría a que el cierre de fronteras no es la solución por la crisis económica y social que provoca, y Europa no tiene margen para un segundo cierre y recuperación. No obstante, también dijo en su momento que sería improbable una segunda oleada, y el repunte de casos ya los tiene alarmados nuevamente.

“La situación es ahora volátil, con algunos Estados miembros experimentando cifras a la baja y otros, desafortunadamente, viendo un aumento en los casos. Hemos visto que algunos Estados miembros han decidido mantener o reintroducir ciertas restricciones a los movimientos transfronterizos, a veces de forma bastante descoordinada”, volvieron a advertir a sus miembros desde la Comisión Europea. Tal como sucedió entre Reino Unido y España, y ahora nuevamente con Francia.

La carta está fechada hace 10 días y las cosas han empeorado entre varias zonas de la zona Schengen para el libre tránsito. Solamente las medidas tomadas por tres países como Alemania, Países Bajos o Italia, afectan a más de un millón de turistas, así que la magnitud del problema sería inimaginable se el resto de países empiezan a tomar medidas similares.

En lugar de que prohíban totalmente los viajes, la Unión Europea se muestra partidaria de que se permita el movimiento libre de personas dentro de su zona, aunque después se someta al viajero a hacer cuarentena o hacerse un test. La Comisión solicita a los gobiernos europeos que estén en contacto entre ellos antes de poner en marcha medidas restrictivas de acceso a las diferentes naciones.