La situación con el abasto de agua en varias provincias de Cuba cada día resulta más insostenible. Tal es el caso de la más occidental, Pinar del Río. Allá, más de 50 mil personas no tienen servicio por varias roturas en los tres sistemas principales. 

“Actualmente, resulta completamente imposible mantener los ciclos establecidos por cada conductora de la urbe principal de esa provincia”. Así comentó a la Agencia Cubana de Noticias Robert Hechavarría Ramírez, director de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado.

La situación actual pasa por la crisis con varias bombas de agua que están quemadas y sin una solución a corto plazo. A propósito, el ejecutivo reveló que luego de la afectación del huracán Ian se instalaron nuevos equipos pero no todos han resistido al paso del tiempo.  

Hechavarría Ramírez recordó que no hay piezas de repuesto para los elementos rotos. Tampoco existen paneles ideales para proteger las bombas. En otras palabras no se estima una solución a corto ni a mediano plazo. 

Alternativas forzadas

Las gestiones para intentar reparar las bombas rotas totalmente implican a la empresa Aguas de La Habana. Justo allí se debe asegurar el alambre necesario para enrollar, al menos, dos equipos de bombeo sumergibles de las conductoras de 20 y 36 pulgadas.

Por ejemplo, la conductora de 36 pulgadas tiene dos bombas fuera de servicio. De ahí, que se ha visto interrumpido el abasto al consejo popular Hermanos Cruz, sobre todo a las partes altas, y el rebombeo de la Calle Quinta. 

A mitad de la actual semana arribaron a la ciudad de Pinar del Río una bomba y un motor procedentes de La Habana.

Ambos se instalaban en la estación de rebombeo de la Calle Quinta, una localidad integrada por edificios multifamiliares.  En tanto, la conductora de 20 pulgadas trabaja con tres bombas de cinco pozos y la de 30 pulgadas, con uno menos.