Día triste para muchas familias: Desde hoy Estados Unidos les cierra las puertas a los cubanos. Pero muchos en Florida aplauden la medida

Una nueva orden ejecutiva del presidente Donald Trump suspende el ingreso de cubanos con visas temporales y congela procesos familiares. Las excepciones son mínimas. Comienza una etapa de incertidumbre para miles de familias divididas.

Una medida que cambia las reglas de juego

Desde el lunes 9 de junio, ciudadanos de 19 países enfrentan nuevas restricciones para entrar a Estados Unidos. Cuba figura entre ellos. Aunque no se trata de una prohibición total, el impacto sobre la comunidad cubana es considerable, especialmente para quienes esperan viajar con visas de no inmigrante o aún están en proceso de reunificación.

La proclamación establece un veto parcial para los cubanos. Esto significa que ya no podrán ingresar con visados de turismo, negocios o estudio, salvo algunas excepciones muy concretas.

Visas suspendidas y quiénes están afectados

Quedan suspendidas las siguientes categorías para ciudadanos cubanos:

• B-1 (negocios)

• B-2 (turismo)

• B-1/B-2 (turismo/negocios)

• F (estudios académicos)

• M (formación vocacional)

• J (intercambio profesional o educativo)

Esto afecta tanto a nuevos solicitantes como a personas que estaban a punto de realizar su entrevista consular o de abordar un vuelo. El acceso legal se restringe a miles de cubanos que hasta ahora contaban con una vía migratoria clara.

Excepciones contempladas en la proclama

No todos los cubanos están alcanzados por la medida. Podrán ingresar a Estados Unidos si se encuentran entre las siguientes excepciones:

• Residentes permanentes (green card)

• Personas con doble nacionalidad, si viajan con pasaporte de un país no restringido

• Titulares de visas diplomáticas (A, G, C, NATO)

• Cónyuges, hijos menores y padres de ciudadanos estadounidenses (visas IR-1, IR-2, IR-5)

• Menores adoptados con categorías IR-3, IR-4, IH-3 e IH-4

• Beneficiarios del I-512 o autorizaciones especiales vigentes como PARCIS

¿Y si ya tienes una visa válida?

Las visas emitidas antes del 8 de junio de 2025 seguirán siendo válidas, según lo indicado por el Departamento de Estado. Pero eso no significa acceso garantizado. La decisión final queda en manos del oficial migratorio en el puerto de entrada, quien puede negar el ingreso si lo considera justificado.

Esto añade una capa de incertidumbre adicional incluso para quienes tienen su pasaporte con visa estampada y boletos de avión comprados.

Reunificación familiar: otra puerta que se cierra

Los ciudadanos estadounidenses podrán seguir reclamando a cónyuges, padres e hijos menores. Pero los residentes permanentes no podrán iniciar ni continuar peticiones familiares hasta nuevo aviso.

La medida ha congelado miles de casos de familias cubanas que esperaban reunirse tras años de separación. En algunos casos, se trata de procesos aprobados que solo esperaban fecha de entrevista.

¿Por qué Cuba está en la lista?

La inclusión de Cuba se justifica, según la Casa Blanca, en dos factores: su permanencia en la lista de países patrocinadores del terrorismo y su negativa a cooperar con las autoridades estadounidenses en materia de repatriación de nacionales deportados.

Esas razones ya habían sido utilizadas en medidas anteriores, pero esta nueva proclama agrava la situación al incluir también categorías de visas no migrantes y limitar solicitudes familiares.

¿Qué otros países están afectados?

Además de Cuba, otros 18 países enfrentan restricciones migratorias. Doce de ellos tienen una prohibición total de entrada con cualquier tipo de visado:

• Afganistán

• Birmania

• Chad

• República del Congo

• Guinea Ecuatorial

• Eritrea

• Haití

• Irán

• Libia

• Somalia

• Sudán

• Yemen

En cambio, Cuba forma parte del grupo con restricción parcial, junto a:

• Burundi

• Laos

• Sierra Leona

• Togo

• Turkmenistán

• Venezuela

Estos países mantienen algunas vías abiertas, pero bajo condiciones más estrictas y con procesos migratorios ralentizados.

Opiniones divididas entre los propios cubanos

La medida ha generado un debate intenso entre los cubanos en Estados Unidos. En ciudades como Miami y Kentucky, muchos cubanoamericanos aplauden las restricciones como una herramienta para proteger la seguridad nacional. Otros las consideran un ataque directo contra su comunidad.

Darién Berríos, residente en Kentucky, declaró a WAVE News que “tenemos que cuidar de nuestro hogar”. Para él, la política es necesaria. María Teresa Rodríguez, refugiada desde 2009, sostuvo que “Cuba no coopera con nadie”, justificando así su apoyo al veto.

Pero hay voces en desacuerdo. Julián Padrón, también en Miami, opinó: “Este es un país de migrantes. No creo que deban ponerle restricción a los cubanos”. Alberto, otro cubano entrevistado por BBC Mundo, describió la noticia como “un cubo de agua fría” para quienes aún esperan su oportunidad desde la isla.

¿Qué recomiendan los abogados?

Duffy Trager, abogado de inmigración, señaló que la medida perjudica incluso a personas con procesos aprobados o visas ya emitidas. “Esto podría alargarse otros tres años y medio o más”, dijo en declaraciones recogidas por varios medios. También advirtió que las tasas de permanencia ilegal no deberían usarse para generalizar y castigar a quienes han cumplido todas las normas.

Según datos oficiales, el 7,69 % de los cubanos con visa de turismo y el 18,75 % de los estudiantes permanecieron más tiempo del autorizado. Para Trager, estas cifras no justifican cerrar las puertas a todos los demás.

¿Habrá cambios en los próximos meses?

La proclamación prevé una revisión cada 90 días. Si Cuba mejora su cooperación con Estados Unidos, las restricciones podrían suavizarse. Pero si no hay avances, podrían endurecerse más. Mientras tanto, abogados y organizaciones recomiendan que los cubanos:

• Verifiquen la validez de sus visas

• No permanezcan fuera del estatus legal

• Soliciten extensiones si su estancia se prolonga

• Busquen asesoría si tienen procesos migratorios abiertos

La proclama ha puesto a miles de cubanos en una nueva encrucijada. Algunos aún esperan su oportunidad desde la isla. Otros, que ya emigraron, defienden el cierre de puertas. Pero todos coinciden en algo: las reglas han cambiado, y nadie sabe por cuánto tiempo.