El tráfico fue interrumpido este domingo en la carretera que enlaza Holguín y Mayarí tras el derrumbe de un puente. El lugar del hecho es muy cerca a la intersección del municipio Urbano Noris y antes de llegar al poblado de Níspero.
Varios usuarios en las redes sociales, sobre todo en Facebook, se hicieron eco de este suceso. El mismo detuvo el tránsito en una carretera tan importante de ese territorio oriental de Cuba.
Los propios internautas, residentes en la ciudad de los parques y sus municipios aledaños publicaron que hay otros puentes como ese en situación crítica actualmente.
Se confirmó que es casi imposible acceder a Urbano Noris por esa vía. La incomunicación preocupa a los vecinos del lugar que trabajan en zonas cercanas.
Lejos de ser un caso aislado
Este derrumbe en las inmediaciones de la carretera entre Holguín y Mayarí está muy lejos de ser el único de su tipo que acontece en Cuba. De hecho en los últimos días varios puentes han colapsado tras el paso de las décadas y jamás ser reparados.
A propósito, la semana pasada se desplomó el puente que unía a Sagua la Grande con Sitiecito, en Villa Clara. Esta estructura quedó inaugurada en 1956 y desde hace tiempo ya no se utilizaba por estar en peligro de derrumbe.
En la propia ciudad de Matanzas, conocida como la urbe de los puentes en Cuba la situación es idéntica al resto del país.
El pasado mes de marzo Directorio Cubano conoció que el gobierno de la Atenas de Cuba no ha destinado presupuesto alguno para mantenimiento y reparación.
Recordemos que en 2018 se derrumbó el puente que une Sancti Spíritus con Zaza del Medio a causa de una crecida del río Zaza. Las lluvias de la tormenta tropical Alberto provocaron semejante desastre en la tierra del Yayabo.
Es imposible que se logren recuperar los puentes y carreteras del país, están demasiado deteriorados y la economía nacional está en crisis, la falta de divisa y el impedimento de poder comprar los recursos necesarios para la reparación y mantenimiento de los mismos, así como piezas de repuesto para equipamiento y combustibles deficitarios, son un problema difícil de resolver por el gobierno que apuesta por captar esas divisas de remesas y paquetería. Sino somos capaces de producir nuestras propias riquezas y salir adelante por nuestros propios esfuerzos, nada va a impedir que colapse la economía, la política y el sistema social.