Aunque muchos cubanos de ambos lados esperan un mejoramiento de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, y aunque la gran mayoría lo pide con premura, lo cierto es que no está claro cuándo el nuevo presidente estadounidense abordará las medidas implementadas por Trump contra Cuba.

¿Cambiará Biden la política de Estados Unidos hacia Cuba? ¿Es una prioridad?  

En un trabajo de EFE Noticias, William LeoGrande, profesor de la Universidad Americana de Washington y autor de “Diplomacia encubierta con Cuba: Historia de las negociaciones secretas entre Washington y La Habana” declaró que “Biden puede revertir de inmediato cada una de las sanciones de Trump usando sus poderes ejecutivos, porque fue así como se impusieron”.

Sin embargo, el propio autor expresó que “sacar a Cuba de la lista de patrocinadores puede llevar algunos meses“, lo que no impediría que se pudieran levantar otras sanciones a golpe de firma.

Carlos Fernández de Cossío, Director General para Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores, compartió un mensaje en Twitter apelando a la “empatía” de los estadounidenses con respecto a Cuba.

Así se expresó:

“Empatía: capacidad de sentir las emociones de otras personas. Preguntándome si los estadounidenses tienen la capacidad de ponerse en la piel de los cubanos. Solo en los últimos 4 años, 240 medidas coercitivas apuntaron a quebrar la economía y hacer la vida miserable, pero sin lograr ningún objetivo político o concesión.”

En declaraciones a Reuters, el diplomático afirmó que “todo podría revertirse a corto plazo si esa fuera la voluntad del gobierno”.

El congresista James P. McGovern, presidente del Comité de Reglas de la Cámara y miembro de alto rango del Comité de Agricultura de la Cámara, envió una carta al presidente Joe Biden en la que solicita que “restablezca y repare las relaciones entre Estados Unidos y Cuba”. 

“Lo insto a actuar de manera temprana, rápida e integral para reparar el gran daño que se ha hecho a las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, al pueblo cubano y estadounidense, y a las relaciones internacionales de Estados Unidos con nuestros aliados europeos y latinoamericanos durante los últimos cuatro años”, expresó.

En este mismo sentido, la Coalición Agrícola de los Estados Unidos para Cuba (USACC, en inglés), pidió al nuevo presidente Joe Biden que regresara a las políticas de apoyo beneficiosas entre el sector agrícola de ambos países.

Según una nota de Cubaminrex, la petición señala que las sanciones dañan al pueblo cubano y que levantarlas puede contribuir a “importantes beneficios económicos y humanitarios.”

Y es que las mayores peticiones de los cubanos a Biden están relacionadas con medidas que beneficien el envío de remesas, el restablecimiento de los servicios consulares en Cuba y el turismo.

Sin embargo, varios analistas coinciden en que estos tres elementos podrían demorar en sufrir modificaciones por la presión de un gran grupo de cubanoamericanos en la Florida.

El Senador Marcos Rubio, por ejemplo, declaró en exclusiva a CiberCuba que Biden no debería cometer un error histórico con Cuba.

“El presidente Biden debe decidir si continuará con la política de la era Trump y ponerse del lado del pueblo cubano o otorgarle al régimen de La Habana legitimidad internacional a sus expensas”, expresó.

Desde el lado de Cuba, el tema fue tratado en la televisión y la periodista Cristina Escobar expresó que “Biden tendrá que hacer algo muy importante: que será devolver la vida a esa embajada y renovar el vínculo con instituciones cubanas.”

Señaló que el nuevo presidente “deberá trabajar con fuerza para levantar el bloqueo, hasta donde pueda hacerlo.”

En este sentido, Carlos Alzugaray, un ex diplomático cubano, según Reuters, afirmó que “más remotamente, existe la posibilidad de que Biden, cuyo Partido Demócrata ahora controla efectivamente ambas cámaras del Congreso de Estados Unidos, pueda levantar el embargo a Cuba”.

No obstante, la periodista cubana llamó a frenar “el entusiasmo” con el que muchos han visto la salida de Trump.

“Joe Biden trabajará incansablemente para hacer de Cuba lo que ellos quieren, un país donde no exista revolución y donde se instaure un sistema político coherente con los intereses de Washington”