Esta semana fue noticia en Cuba una descarga eléctrica que dejó un fallecido y otros seis lesionados en Moa, Holguín.

Ocurrió cerca de las 4:00 p.m. del pasado 29 de mayo, en las inmediaciones de un edificio que ocupa la Empresa de Servicios a la Unión del Níquel, (ESUNI).

Allí, varios trabajadores esperaban la salida del trasporte para regresar a sus hogares cuando el rayo “afectó de forma directa a tres trabajadoras que se encontraban en el suelo al acudir los rescatistas, que reanimaron a la de mayor impacto evidente”, precisa una nota.

Tras el lamentable suceso, la prensa oficialista en Cuba informó que las descargas eléctricas constituyen la primera causa de muerte por fenómenos naturales en la isla.

Datos de un estudio realizado por los especialistas del Instituto de Meteorología, Nathalí Valderá Figueredo y Evelio García Valdés, refieren que las descargas eléctricas ocasionaron un promedio anual de 54 víctimas fatales entre 1987 y 2017.

De manera general, el número de muertes ocurridas en ese periodo ascendió a 1742, “una cantidad muy superior a las muertes provocadas por huracanes, tornados y eventos de lluvias intensas”, señala un artículo de Granma.

DESCARGAS ELÉCTRICAS EN CUBA

Según el Departamento de Estadísticas del Ministerio de Salud Pública, las provincias con el número más alto de fallecimientos por estos eventos son Granma, con 249 muertes, Holguín, 186; Camagüey, 161, y Santiago de Cuba, 147.

Respecto al mes de más pérdidas de vidas humanas indican que fue julio, con 376, mientras en segundo y tercer lugares se sitúan agosto, que tuvo 363, y junio, 361.

“En caso de ser sorprendido por una tormenta eléctrica en plena calle, lo más recomendable es buscar refugio en el interior de una edificación techada”, recomienda el texto.

Igualmente, recuerdan que “nunca debe caminarse ante esas condiciones meteorológicas sumamente peligrosas, y menos correr con la ropa mojada, ya que suele crearse una turbulencia en el aire, que puede atraer al rayo”.

También es peligroso colocarse debajo de un árbol, “porque la descarga eléctrica tiende a caer sobre el punto más elevado”, y practicar deportes en terrenos abiertos, montar a caballo o hablar por teléfono.