Por la polémica generada en torno al alza de los precios en Cuba luego de la unificación monetaria y cambiaria, Directorio Cubano les propone algunos de los debates que surgen en el país.

Precisamente sobre la formación de precios en Cuba y la eficiencia a raíz de la Tarea Ordenamiento, el periódico espirituano Escambray consultó a profesores de la Universidad José Martí Pérez (Uniss), especialistas de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC) y directivos de la provincia.

El profesor Frank Rafael Quesada Espinosa, de la Facultad de Ciencias Técnicas y Empresariales en la Uniss, fue uno de los que dio su opinión sobre el tema al medio espirituano.

Según su criterio, cuando algunos empresarios en Cuba “se vieron con el pan y el cuchillo en la mano”, optaron por multiplicar el precio de 2019 por el índice máximo, desoyendo al propio Marino Murillo Jorge, jefe de la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo de los Lineamientos.

“O no estaban bien preparados o lo hicieron intencionalmente”, declaró a Escambray.

El artículo refiere que a la hora de definir los precios, lo lógico era buscar un “equilibrio entre la aplicación del índice máximo de la media de la clase de la actividad económica fijado para la entidad y otros inferiores a ese número límite”.

Hecho esto, podría “determinarse a partir de cuándo la empresa generaba utilidades y obtenía la ansiada eficiencia económica”.

En este sentido, el vicepresidente de la ANEC en Sancti Spíritus, Raúl del Valle Cañizares manifestó que “si pongo todo al índice máximo, no me siento motivado a ser eficiente, porque el precio me cubre el costo del producto”.

José Couzo Villarreal, presidente de la ANEC y por muchos años al frente del Departamento de Banca de Negocios en la Dirección Provincial del Banco Popular de Ahorro también se mostró crítico sobre el tema.

“La contabilidad anterior no era muy eficiente en las empresas, de manera general”, explica mientras apunta como una de las principales carencias para el proceso, la de especialistas en precios.

Escambray también buscó el parecer de la profesora María Luisa Lara Zayas, Premio Nacional Carlos Rafael Rodríguez por la obra de la vida (2020) en el apartado de Contabilidad.

La experta reconoció que fue “insuficiente la preparación de directivos y especialistas para encarar la definición de los precios y tarifas de bienes y servicios”.

Por si fuera poco, Lara Zayas afirmó que muchas empresas no disponen de sistemas de costos implementados. ¿Esto que quiere decir? Así lo resume la investigadora: “Si usted no sabe cuánto le cuesta producir un par de zapatos, ¿qué precio le va a poner?”.  

El reportaje concluye que “sí hubo indicios de superficialidad en la formación de precios en algunas entidades espirituanas”. Incluso alega que los expertos entrevistados “no refirieron otras especificidades por cuestiones éticas”.

Sin embargo, lo peor en toda esta historia es que según el medio, “a ningún directivo se le puede condenar” por haber permitido el alza de precios”. ¿La razón? lo autorizan “las resoluciones del Ministerio de Finanzas y Precios, las cuales manejaron el concepto de precios máximos”.

Otra cosa piensan quienes comentaron en Escambray.

“Seguimos en las mismas. Primero, el director de empresa, economista o dirigente que ponga un precio que NO CUBRA EL COSTO debe ser expulsado de su posición. Con excepción de productos subsidiados es una irresponsabilidad rayando en negligencia poner precios que no cubran costos”, expresó un lector.

“Nadie ha hablado de la elección del momento de decretar el famoso día «cero». Para qué sirvieron los 10 años de estudios de la Comisión de Implementación. Con los 250 especialistas involucrados. Si todas las llamadas medidas «transversales» se han tenido que corregir. Y todavía no se ha culminado el cierre del 1er Trimestre”, manifestó otro.