El presidente venezolano Nicolás Maduro propone al ALBA crear una «misión especial» para apoyar a Cuba ante su crisis eléctrica. Todos los detalles a continuación. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, propuso a la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (ALBA) la creación de una misión internacional especial destinada a apoyar a Cuba frente a la grave crisis eléctrica que atraviesa desde mediados de 2024.
El anuncio se realizó este domingo durante la XXV Cumbre del bloque regional, celebrada con la participación de delegaciones de los nueve países miembros y transmitida por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV).
Según explicó Maduro, la iniciativa se inspira en el espíritu solidario de programas históricos como la Misión Milagro y busca ofrecer un respaldo “extraordinario” al pueblo cubano en materia de energía y electricidad.
El mandatario detalló que la propuesta contempla la creación de una “Misión Internacional de Energía y Electricidad de Apoyo Especial para el Pueblo de Cuba”, aunque no precisó aún el alcance técnico, financiero o logístico de este eventual apoyo.
La crisis energética en Cuba se ha intensificado en los últimos meses debido a las frecuentes averías en las centrales termoeléctricas, muchas de ellas con décadas de explotación y en un deteriorado estado técnico.
A esto se suma la escasez de divisas para importar el combustible necesario para la generación de energía, lo que ha derivado en apagones prolongados de más de 20 horas en distintas regiones del país. Estas interrupciones afectan gravemente la vida cotidiana, los servicios básicos y la actividad económica de la isla.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, respaldó públicamente la propuesta de Maduro a través de un mensaje en la red social X, en el que destacó que la iniciativa refleja “la esencia de la ALBA como mecanismo de solidaridad y cooperación entre pueblos hermanos”.
Desde el Gobierno cubano se insiste en que las sanciones de Estados Unidos han provocado una “asfixia energética” que limita el acceso a insumos, financiamiento y tecnología.
Por su parte, expertos independientes señalan que la crisis eléctrica cubana es de carácter estructural y responde a una infrafinanciación crónica del sector energético, controlado completamente por el Estado desde 1959.
Según estos análisis, no existen soluciones viables a corto o mediano plazo sin reformas profundas y fuertes inversiones.
Los apagones han tenido un impacto directo en la economía cubana, que se ha contraído cerca de un 11 % en los últimos cinco años, y también han sido un detonante de protestas populares.