Cuba usa harina de arroz para hacer embutidos y condimentos

La unidad empresarial de base, Industria Comercializadora Bayamo (Incobay), de la oriental provincia de Granma, emplea harina de arroz para confeccionar embutidos como el picadillo, la masa de croqueta o la mortadela. 

Según el periódico Granma con este empleo de materias primas locales se ha incrementado el surtido en mercados del territorio oriental de estos productos tan demandados por la población. También se usa la harina de arroz para hacer condimentos debido a la ausencia de los habituales como el ajo y la cebolla. 

La alternativa, sigue el diario cubano, es resultado de una cadena productiva de la agricultura de Granma, que ya se venía explotando desde hace varios meses. Con ello sustituyen la importación de la soya y la harina de trigo, limitada casi en su totalidad en la actualidad. 

“Hoy estamos haciendo más de una veintena de alimentos derivados de la pesca en dos áreas productivas: el salón de procesos y el de conformados, y en una parte importante de estos empleamos esas harinas locales que no influyen en la calidad final de los elaborados”, explicó Carlos Tamayo, jefe de Producción de la UEB de Granma. 

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“También estamos aportando la tilapia a los centros de aislamiento de la provincia, garantizando la dieta de pescado, y el procesamiento de cerca del 95 % de la captura de la acuicultura en la provincia”, agregó.

Esa industria había entregado un área de productos conformados de pescado con producciones de entre 130 y 140 toneladas para un mes, pero también asumió en medio de la crisis la exportación de tilapia, troncho, entre otros productos marinos.  

Además de Incobay, las industrias cárnica, láctea y de conservas de Granma también utilizan más de 400 toneladas de la harina de arroz en la producción de varios de sus productos como embutidos, croquetas, panes, galletas, así como extensor en las conservas de frutas y en la base para los condimentos, dijo Roger Fernández Bodaño, delegado del Ministerio de la Industria Alimentaria (Minal) en ese territorio oriental. 

“El llamado que nos ha hecho el país es a partir de la industrialización de materias primas complementarias como la yuca y las harinas de arroz y maíz, que sustituyen importaciones”, explicó Roger sobre el uso de estos productos cuasi inventados. 

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La harina de arroz, explican algunas investigaciones, solo es apta cuando está libre de contaminación cruzada con gluten (también denominada «trazas»). La contaminación con cereales que contienen gluten puede ocurrir durante los diferentes pasos desde su recolección hasta su elaboración, principalmente la molienda, el almacenamiento, el procesamiento, la manipulación y el cocinado. 

Por estos días también, desde Cienfuegos se pondrá en marcha la primera planta del país para producir harina a partir de la yuca. Estará en funcionamiento en un área perteneciente a la cooperativa de créditos y servicios (CCS) Antonio Maceo, en el asentamiento poblacional de Horquita, en la provincia de Cienfuegos, según el semanario Trabajadores. 

La novedosa industria, dice el semanario, está en fase de pruebas y puesta en marcha, y ha contado con la colaboración de especialistas colombianos. Una vez en operaciones obtendrá dos toneladas diarias de harina de yuca. 

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Dicen que se utilizarán como aditivo a la materia prima original que es la harina de trigo, a razón de un 10 %, para la fabricación de panes y galletas. También podrá emplearse en la elaboración de piensos para aves y cerdos. Agregan que la modernidad de la planta posibilitará congelar o parafinar la yuca.  

El periódico explica que la harina de yuca es consumida de manera notable en Brasil, Argentina y en todo el continente asiático, el cual asume cerca del 95 % de las exportaciones de ese producto. 

Mientras en Sancti Spíritus, Octavio del Rosario Arguelles, director de la alimentación en ese territorio, aceptaba que hay un déficit en la recepción de harina de trigo por el país. Y esa falta representará una afectación a las producciones de la Industria Alimentaria. La repostería y la producción de galletas son dos de los renglones que más se afectarán, así como el fideo para los mercados paralelos, aunque también la galleta dulce y el pan liberado sufrirán una pérdida considerable. 

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