Reconocen mínima producción de huevos en Cuba: ¡no da ni para cinco al mes!

Autoridades del Ministerio de Agricultura de Cuba reconocieron a medios oficialistas, que la producción de huevos en Cuba ha sufrido una caída drástica desde 2020, pasando de cinco millones diarios a 2,2 millones en 2023. Una producción que no alcanza ni para cumplir la ya mínima entrega de cinco huevos mensuales por la libreta de abastecimiento.

Según, el Ministro de Agricultura, Ydael Jesús Pérez Brito, la “causa principal” es la reducción del número de gallinas ponedoras, que se ha visto afectada por la falta de vacunas y alimentos durante la pandemia. Actualmente, el país solo cuenta con unos tres millones de gallinas, muchas de ellas envejecidas, cuando antes tenía ocho millones.

Escasez de huevos en Cuba: sin señales de recuperación a corto plazo

Para revertir esta situación, el ministerio está implementando un programa de reemplazo de gallinas, que espera sustituir un millón de animales para finales de 2023. Sin embargo, el ministro reconoció que el abastecimiento de huevos a la población solo alcanza para cubrir los cinco huevos mensuales que se distribuyen por la canasta familiar normada y en ocasiones ni eso se cumple.

“Aunque lo que está planificado por el MEP (Ministerio de Economía y Planificación) para el 2023 son cinco huevos per cápita, la empresa está incumpliendo actualmente con ese plan”, añadió el presidente del Grupo Empresarial de Alimentos y Aves, Jorge Luis Parapar López.

En medio de esta situación caótica, el cubano tiene que lidiar con la escasez y hacer malabares en el mercado negro, con el cartón de huevos a precios muchas veces inaccesibles.

Según Cubadebate, el cartón de huevos en Cuba cuesta alrededor de 2800 pesos cubanos, debido a la alta inflación. Esto es el doble de lo que gana un jubilado promedio en la isla. El huevo es un alimento básico en la dieta de los cubanos, que lo consumen frecuentemente en el desayuno y el almuerzo, cuando hay disponibilidad.

La escasez de huevos se debe a las malas condiciones de las granjas avícolas, donde las gallinas sufren de hambre, sed, falta de luz, alimentación irregular y sobreexplotación. Ante este panorama, no se espera una pronta recuperación de la producción.