El presidente Joe Biden, apunta a una reactivación de la embajada de Estados Unidos en Cuba y a la exploración de nuevas alternativas para el envío de remesas a las familias de la isla, como parte de la revisión que está haciendo de la política de Washington a La Habana trazada por su predecesor.

Aunque la actual administración demócrata dejó bien claro que el tema cubano “no era una de sus prioridades” al asumir la presidencia de los Estados Unidos, los últimos acontecimientos en la isla y la presión de la comunidad cubanoamericana han obligado a Biden a mirar de cerca la situación en Cuba, y adoptar medidas que puedan aliviar el sufrimiento de las familias.

Este lunes el mandatario dio instrucciones al Departamento de Estado para que evalúe ciertos planes que permitan aumentar el personal diplomático la Embajada de Estados Unidos en La Habana, en lo que pudiera implicar la reactivación de sus funciones consulares.

Se trata de un clamor de miles de cubanos de ambos lados del estrecho de la Florid a que esperan durante varios años para poderse reunir con los suyos, y que se han visto impedidos de hacerlo o bien han debido viajar a terceros países (primero Colombia y luego Guyana) para someterse a las entrevistas de visado de reunificación familiar.

Sin embargo, en primera instancia de lo que se trataría es aumentar la dotación de personal con el objetivo de apoyar a la sociedad civil después de las manifestaciones antigubernamentales registradas la pasada semana.

Según dio a conocer un alto funcionario del gobierno estadounidense, también se estudian con cierta celeridad algunas alternativas para el envío de remesas a la isla sin que estas pasen por los canales gubernamentales:

“La administración formará un Grupo de Trabajo de Remesas para identificar la forma más efectiva de hacer que las remesas lleguen directamente al pueblo cubano”, aseguró el funcionario, y agregó que se “revisarán algunos planes para aumentar el personal de la embajada de Estados Unidos en Cuba con el objetivo de facilitar la participación diplomática, consular y de la sociedad civil, y una seguridad adecuada”.

Las protestas del 11 de julio

Desde el gobierno cubano se sostiene que las protestas populares que tuvieron lugar en una 20 de localidades de la isla fueron orquestadas y financiadas por Estados Unidos, sin embargo, los funcionarios de la Casa Blanca han repudiado esas afirmaciones.

“Con la conducción del presidente Biden, Estados Unidos está estudiando medidas que apoyarán activamente al pueblo cubano, y obligarán a que el régimen cubano rinda cuentas”, expuso otro alto funcionario de la administración demócrata.

Antes de asumir la presidencia Biden había prometido echar abajo algunas de las políticas del presidente Trump con respecto a las remesas y los viajes a Cuba desde Estados Unidos, explicando que se trataba de medidas antihumanas y que afectaban directamente a las familias.

En la misma cuerda se encuentran las severas sanciones introducidas por Donald Trump quien cortó severamente la entrada de remesas a Cuba, y desautorizó a gigantes como Western Union para que continuara gestionando transferencias de dólares hacia la isla .

Ello ha imposibilitado a muchos cubanoamericanos enviar remesas de manera legal y ordenada a sus familiares en la isla.

Debido a la suspensión de funciones consulares en la embajada de Estados Unidos en Cuba unos 100 000 cubanos que esperan unirse a sus familiares en Estados Unidos se hallan hoy en un limbo legal, por el significativo atraso en el procesamiento de sus visas de inmigrante.

Con anterioridad Biden se había referido a la posibilidad de brindar internet gratuita a los cubanos  luego de que el gobierno interrumpiera ese servicio desde el domingo 11 de julio.

El presidente demócrata también habló de la posibilidad de enviar vacunas a la isla, con el objetivo de hacer frente a la difícil crisis sanitaria que atraviesa Cuba.