Entre jueves y viernes las autoridades detuvieron a 67 cubanos en Piedras Negras, ciudad cercana a la frontera con Estados Unidos. Los migrantes estaban escondidos en casas que los coyotes destinan a estos fines.

Según agentes de la Policía Civil, los organizadores del tráfico de personas usan tiendas, peluquerías y cervecerías para ocultar a los indocumentados. El jueves hallaron a 46 cubanos junto a otros 5 migrantes de diversas nacionalidades. Todos estaban en un cuarto, en el que llevaban una semana esperando para cruzar la frontera.

Los detenidos se trasladaron ante el personal de Migración, para hacer los trámites correspondientes. Ya algunos habían presentado los documentos para obtener una visa humanitaria, pero en otros estados y no Coahuila, donde se interceptaron. Funcionarios del Instituto Nacional de Migración (INM) en ese estado mexicano evalúan qué hacer.

Por su parte, otro grupo de cubanos fue atrapado el viernes, cuando esperaban a una persona que los llevaría hasta las inmediaciones del Río Bravo.

La migración no se detiene

Durante la última semana han detenido a 91 cubanos en la ciudad de Piedras Negras. Solo en tres días, entre el 24 y 27 de febrero,  los agentes han capturado a 287 indocumentados ya a casi a punto de cruzar el Río Bravo.

En el mes que acaba de terminar, llegaron a la referida urbe fronteriza más de 460 migrantes oriundos de la isla caribeña. En todos los casos ingresaron ilegalmente a México.

Durante los últimos días ha sido noticia la deportación de decenas de cubanos desde la vecina nación. El 25 de febrero se deportaron 71 personas, en un vuelo que salió del Aeropuerto Internacional de Tapachula.

De cualquier modo, nada parecer detener el deseo de miles de cubanos que siguen dejando todo atrás para emprender la larga, peligrosa y costosa ruta que lleva a los Estados Unidos.