La industria biofarmacéutica cubana planifica tener listo varios lotes de monodisis de la vacuna Abdala sin tiomersal (también conocido como timerosal). Los preparados tienen el objetivo de beneficiar a personas alérgicas a esa sustancia. 

Estos individuos no pudieron ser incluidos en la actual campaña de vacunación que se desarrolla en la Isla. Los científicos planean intensificar la producción en el mes actual para luego comenzar la imnunización de esos pacientes en septiembre. 

La noticia fue dada a conocer por la doctora Venera Muzio González. La especialista se desempeña como directora de Investigaciones Clínicas del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) y explicó en el espacio Mesa Redonda que Abdala se produce en viales multidosis y monodosis. 

Esto no significa que los pacientes alérgicos se les vaya a inocular una única dosis de la vacuna cubana. En realidad, en el caso de las dosis unitarias, vienen mejor identificadas y personalizadas. A nivel hospitalario estas fabricaciones son más cómodas para evitar errores. 

El tiomersal es un componente utilizado para la cura de heridas. No obstante, su empleo se ha reducido considerablemente. El Ministerio de Salud Pública (MINSAP) explicó que también ha descartado poco a poco su uso, aunque está presente en muchas otras vacunas nacionales. 

En el caso de los lotes multidosis de los inmunógenos cubanos, este compuesto funciona como preservo del producto. Para prescindir de la sustancia, se hace necesario la fabricación de lotes monodosis.

El MINSAP también recalcó que las personas pueden ser alérgicos y no saberlo. Algunos participantes conocían de su condición previamente. No obstante, otros descubrieron la situación tras sufrir una reacción anafiláctica tras la primera dosis. 

Una persona sin sufrir la alergia previamente no quiere decir que no la tenga después. Por eso se requiere mantener una estrecha vigilancia durante la hora siguiente a la vacunación y buscar ayuda médica ante cualquier síntoma.

Las alergias de diversos tipos son un creciente problema en Cuba. Las autoridades del MINSAP estiman que más de dos millones de personas, cerca del 20 por ciento de los habitantes del país, padecen alguna. Además, se estima la intensificación de este fenómeno para el 2050 cuando la mitad de la población local podría tener alguna de esas manifestaciones.