La política migratoria del gobierno de Joe Biden, que permite que un número limitado de personas de cuatro países puedan entrar a Estados Unidos por razones humanitarias cada mes, conocida como el PAROLE, sigue sometida a juicio en Texas. Esta semana hubo actualizaciones al respecto.

Lo que suceda en ese tribunal es de vital importancia para los nacionales de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, quienes se benefician con el mismo. Actualmente, este programa enfrenta una demanda de Texas y otros 20 estados que lo consideran un “sistema de inmigración clandestino” que admite a casi todos los solicitantes.

En el juicio, este fin de semana, el juez federal Tipton, al frente del caso, cuestionó si la pobreza era un motivo suficiente para calificar para el programa. Tanto la abogada del Departamento de Justicia como la del Justice Action Center coincidieron en que no lo era, y que los inmigrantes también huían de situaciones de “represión política”.

“No han visto con buenos ojos que se deje entrar a un migrante por razones puramente económicas”, comentó Esther Sung, abogada del Justice Action Center.

Juicio contra el parole a cubanos

Los abogados de los estados demandantes también argumentaron que el programa no evaluaba los casos individualmente, sino que otorgaba los permisos humanitarios de forma masiva e indiscriminada.

Pese a los cuestionamientos de un lado y otro en el juicio contra el parole humanitario que beneficia a cubanos, Tipton no se manifestó sobre su legalidad. La decisión final podría demorar algunos meses en llegar.

No obstante, sí aseguró que no lo va a detener de manera temporal, algo que es un alivio para los cientos de miles de emigrantes que esperan el apoyo de familiares desde EE.UU para emigrar a ese país con el parole.

El juez expresó que no le parecía adecuado emitir una orden temporal que afectara el proceso de parole humanitario en todo el país, ya que hay estados que han reportado beneficios con la medida y la disminución de la entrada de emigrantes, con dicha medida.