Autoridades de la Unión Eléctrica de Cuba (UNE) confirmaron este 27 de febrero, que el país sufriría uno de los mayores cortes eléctricos del año, ante el déficit de más de 1000 MW, entre otras cuestiones debido a la salida de las “patanas turcas” que no tienen combustible para trabajar en estos días.

Según esta información oficial, cinco de las seis patanas de generación eléctrica rentadas por el gobierno cubano a la empresa turca Karadeniz Holding estaban fuera de servicio porque no contaban con el combustible necesario.

La causa principal es sin dudas la escasez de combustible, un problema que, según la Unión Eléctrica, está provocando largos apagones y un considerable déficit en la producción de energía en la isla. Tanto así que por provincias están rotando los bloques de apagados con más tiempo.

Las patanas, que en conjunto aportan cientos de megavatios al sistema eléctrico nacional, se encuentran fondeadas en diferentes puntos de la isla: Mariel, La Habana y Santiago de Cuba. La falta de combustible ha obligado a paralizar la operación de cinco de ellas, lo que agrava la situación energética del país, ya de por sí crítica.

Paralización de las patanas turcas por falta de combustible. Consecuencias 

Los apagones, que ya se venían produciendo con cierta frecuencia, se han intensificado en los últimos días, afectando a gran parte del territorio nacional. La población cubana se enfrenta a largos periodos sin electricidad, lo que genera molestias y afecta la calidad de vida.

Hasta el momento, el gobierno cubano no ha anunciado medidas para solucionar la crisis energética. Además, la crisis energética también tiene un impacto negativo en la economía cubana. La falta de electricidad afecta a la producción industrial y al sector turístico, dos de los pilares de la economía del país.

Sin dudas, la salida de las patanas turcas del apoyo a la UNE seguirá afectando el abastecimiento de electricidad en el país, pero el problema de la escasez de combustible ya es un tema generalizado.