Un fenómeno meteorológico llamado “río atmosférico” pudiera alcanzar la costa oeste de California este miércoles por la noche, ocasionando fuertes lluvias hasta el jueves en la mañana.

Las intensas precipitaciones podrían generar desbordes de ríos e inundaciones repentinas, según advirtió el Servicio Meteorológico Nacional. Esa Oficina también declaró que los vientos en la bahía de San Francisco pueden llegar a 70 millas por hora, casi en definición de huracán. 

Es importante esclarecer que los ríos atmosféricos son corrientes de aire largas y estrechas que transportan grandes cantidades de vapor de agua miles de kilómetros. Cuando estas corrientes alcanzan el terreno montañoso norteamericano caen como lluvia o nieve y pueden causar consecuencias catastróficas.

Las últimas horas del miércoles traerán lluvias heladas en el interior del estado de Washington, así como también ocurrirán el jueves en la mañana. Expertos del Servicio Meteorológico Nacional declararon que este podría ser uno de los sistemas de mayor impacto a gran escala que hayan visto últimamente.

Inundaciones generalizadas, carreteras destrozadas, caída de árboles, afectaciones eléctricas o interrupciones comerciales serán algunas de las consecuencias de este fenómeno atmosférico. Pero, además de dichas problemáticas, hay que prestar especial atención a las vidas humanas, para que no ocurran pérdidas lamentables.

Es probable que la amenaza de lluvias demasiado intensas disminuya a partir del jueves. No obstante la lluvia y la nieve continuarán sobre California.

El miércoles en la noche la nieve se trasladará a la Gran Cuenca. El viernes en la mañana lo hará hacia algunas partes del suroeste y también a las Rocosas Centrales. Es por ello que existirán condiciones peligrosas para conducir debido a la falta de visibilidad.

Pero, ¿qué puede provocar estas tormentas invernales?

Según varios expertos, el cambio climático está agravando la humedad de los ríos atmosféricos, lo que trae consigo mayores cantidades de lluvia y nieve. A largo plazo, y también a mediano, todas estas afectaciones podrían reportar pérdidas millonarias para la economía norteamericana y mundial.

Sin embargo, California sigue sufriendo un período extenso de sequía, aunque el cambio climático favorezca estas transiciones meteorológicas extremas.