Nuevas revelaciones acaban de salir a la luz pública respecto a la causa por la cual el gobierno panameño eliminó el otorgamiento de la tarjeta de turismo a los ciudadanos cubanos. Ello se da al mismo tiempo en que desde el congreso de este país centroamericano se solicita que se retome la entrega de tarjetas.

Este 7 de agosto el parlamentario panameño Leopoldo Benedetti, hizo pública su petición ante el pleno del Parlamento istmeño para que el gobierno de Nito Cortizo reevalúe la eliminación de la Tarjeta de Turismo que se vendía a los cubanos interesados en hacer turismo de compras en Panamá.

Se trata de un documento legal vendido por la embajada panameña en Cuba que pretendía según las propias valoraciones del gobierno panameño fomentar las compras en la Zona Libre de Colón, segunda zona franca más importante del mundo y donde se estima que los isleños dejaban unos 3.5 millones de dólares diarios por concepto de importaciones.

Según los últimos reportes periodísticos sobre el tema la causa más aparente para la eliminación de la tarjeta fue el argumento de que el 20 % ciento de los cubanos que llegaban a suelo panameño no regresaban a Cuba, un argumento supuestamente presentado por representantes norteamericanos y que fue tomado en cuenta por la directora del Instituto de Migración de Panamá.

“No investigaron nada, porque estos 800 cubanos que llegaban diariamente a comprar en la Zona Libre de Colón, vinieron a cubrir el problema que nos dejó el gobierno del expresidente Juan Carlos Varela, al destruir la ciudad de Colón con su famoso plan de reconstrucción”, indicó el congresista Benedetti.

“¿Por qué hicimos caso a los norteamericanos? Son excelentes políticos pero muy buenos mintiendo también, y nosotros les hicimos caso sin buscar siquiera una prueba de que en verdad el 20% de los cubanos se estaban quedando en Panamá”, se preguntó el congresista.

Todo aquel cubano que solicitara la tarjeta de turismo debía cumplir con ciertas condiciones, como era el hecho de demostrar que era un trabajador no estatal portando el carné que lo identificara como tal, o que hubiera viajado anteriormente al exterior. Igualmente se debía presentar un boleto aéreo de ida y regreso, y abonar la suma de 20 dólares (CUC).

Esos cubanos que viajaban de manera regular a Panamá venían a solucionar el problema que Varela nos dejó, aseguró el congresista. “Más de 800 pequeños empresarios han tenido que cerrar por la reconstrucción. Los cubanos vienen y nos dejan entre tres y tres millones y medio de dólares diariamente en compras, hoteles, restoranes, en movimientos comerciales, y en otras diferentes actividades. Ellos han venido a dejarle dinero a Colón”, argumentó Benedetti.

En su comparecencia, el representante sugirió al actual mandatario panameño que de vuelta atrás a la medida o bien les asegure el presupuesto necesario a las autoridades consulares de Panamá en La Habana para que puedan procesar los altos volúmenes de solicitudes de visa estampada que ahora mismo se demandan.

Igualmente consideró que se debería aumentar el número de diplomáticos radicados en Cuba para que se incremente el otorgamiento de las visas estampadas que en la actualidad solo son 200 diarias, cuando se estima que eran 800 cubanos los que llegaban diariamente a Panamá con la tarjeta de turismo.

“Lo que queremos recomendarle al presidente de la República, es que le dé el presupuesto necesario al consulado de Panamá en Cuba para que este pueda atender a todos esos cubanos que solicitan una visa estampada, y entonces se eleve a 800 visas diarias”.

Recordó que ante el flujo considerable de cubanos las empresas de la Zona Libre, se redimensionaron y crecieron, contrataron más personal, crearon puestos de trabajo, alojamiento, restaurantes. Mientras que ahora, con la nueva decisión de negar la tarjeta de turismo a los ciudadanos cubanos, se ha creado un vacío en la ciudad de Colón y se ha disparado el desempleo pues al reducirse el flujo “se va a comenzar a botar gente”.

El argumento de que haya sido estados unidos el causante de la suspensión no ha sido confirmado, aunque la prensa panameña así lo sugiere. Algunos habían sugerido que el principal interesado en paralizar el intercambio era precisamente el gobierno de la isla debido a que la importación privada en Panamá constituía un reto a las entidades importadoras del gobierno insular.

Hasta la fecha el gobierno cubano no se ha pronunciado de manera oficial sobre la suspensión de las tarjetas de turismo, no obstante, en la última semana se supo de la reunión entre los representantes consulares panameños en Cuba y una comisión del ministerio de Relaciones exteriores de Cuba, donde se abordó el tema.

Miles de cubanos se han mostrado insatisfechos con la medida, y lo han dejado saber en las redes sociales con el objetivo de hacer presión para que se reanude el otorgamiento de los permisos.

Directorio cubano sigue muy de cerca todas las informaciones que se generan sobre este particular, gracias al trabajo de nuestro equipo de reporteros en ciudad Panamá.