Cuba abrió una nueva etapa en su arquitectura económica con la adopción de un amplio plan de medidas que contempla el inicio, a partir de este lunes 20 de julio, de las ventas en MLC  de productos alimenticios y aseo.

Para ello, los clientes deberán tener una cuenta bancaria y su correspondiente tarjeta magnética en Moneda Libremente Convertible (MLC).

La idea es clara: el Ministro de Economía Alejandro Gil afirmó el pasado jueves que “la situación es más compleja porque estamos enfrentando una pérdida sostenida de ingresos en divisas por un período relativamente prolongado de tiempo.”

De ahí que uno de los caminos a los que se aboca Cuba es a extender aquellas estrategias que antes le resultaron efectivas en el objetivo de captar divisas.

En un trabajo publicado en Granma en febrero de este año, se señalaba que “en 2019 todas las provincias de Cuba ya habían abierto establecimientos para la venta en MLC. Hasta entonces, funcionaban 80 tiendas para este tipo de actividad comercial en todas las provincias del país, de las cuales 57 están dedicadas al comercio de productos electrónicos y electrodomésticos, diez a las ventas virtuales y 23 a la comercialización de productos automotrices.

Sobre las tiendas virtuales y la (in)experiencia del comercio electrónico en Cuba se ha hablado mucho. No vamos a centrarnos en el caso de TuEnvío, variante nacional de ventas online que ha tenido que reinventarse y todavía no logra satisfacer a sus clientes.

Nos interesa tratar el caso de https://www.envioscuba.ca/, “una empresa de soluciones de comercio electrónico con más de 10 años de experiencia y oficinas en Canadá y España, que pretende “ayudar a las familias cubanas”. A través de la misma, se pueden hacer compras en divisas desde el exterior en las provincias cubanas.

Pero, como forma de captar divisas tiene no pocas fisuras. Si bien algunas provincias están mejor surtidas que otras, el caso de Sancti Spíritus ralla en lo ridículo. Tanto en la modalidad nacional (tuenvio.cu) como en la internacional, o sea, la de compras desde fuera de Cuba, la provincia del centro del país no puede presumir de “eficiencia”.

Así comentaban en Escambray a finales de junio sobre Tienda Habana: “La tienda virtual de Sancti Spíritus está siempre muy desabastecida, muy mal servicio, mala organización y de la demora en el envío mejor ni hablemos. He revisado las de otras provincias y tienen variadas ofertas por departamentos.”

Uno de nuestros redactores pudo comprobarlo este fin de semana. Luego de varios días intentando acceder a la página, sin éxito, el sábado 18 de julio logró hacer una compra a su familia en la villa del Yayabo.

Como ya esperaba, no encontró opción alguna de producto cárnico, aunque sí había aceite y papel sanitario. Pero tropezó con uno de los sinsentidos de la compra online desde el exterior en Cuba: no se pueden realizar pedidos por debajo de los 35 USD.

Si puede entenderse que limiten la venta de productos básicos y carentes en Cuba como los ya mencionados a dos unidades por compra, no hay mucha lógica en la imposición de 35 dólares mínimos en una compra para los familiares en la Isla.

Desestimula al comprador tener que “inventarse” una lista de compra que sobrepase esa cifra, eligiendo apenas 2 unidades de un mismo producto, conociendo incluso que son mucho más caros que los que se venden normalmente en CUP y CUC en las tiendas físicas.

Peor aún es navegar por los distintos departamentos sin suerte, especialmente los de congelados, leche, misceláneas o aseo, hasta encontrarte que en el de postres venden paquetes de caramelos a casi 6 USD o chicles 4 USD €. ¡Absurdo total!

¿Qué dice la tienda virtual al respecto?

“Todas las características, contenido, especificaciones, productos y precios de los productos y servicios descritos o representados en www.carlostercero.ca/sancti están sujetos a cambio en cualquier momento sin previo aviso.

La inclusión de los productos o servicios en este sitio Web en un momento determinado no implica ni garantiza que dichos productos o servicios estén disponibles en cualquier momento.

Además, es posible realizar cambios en la información sobre precios y disponibilidad sin previo aviso.”

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Las opiniones expresadas en este trabajo son propias de la autora.