A través de un comunicado oficial, el VII Distrito del Servicio de Guardacostas de Estados Unidos reiteró que sus efectivos monitorean las aguas del Caribe para impedir migraciones ilegales entre ese país y Cuba por esa vía. 

“Recordamos a cualquier persona o grupo que estén considerando participar en un viaje ilegal, no salir al mar de esta forma. El tránsito por el estrecho de la Florida es peligroso e implacable”, especifica el documento administrativo. 

Las labores de vigilancia incluyen las salidas no autorizadas de embarcaciones desde suelo norteamericano hacia Cuba. Eric C. Jones, almirante de dicho cuerpo de seguridad, que agencias locales, estatales y federales colaboran entre sí para evitar el fenómeno. 

Asimismo, apostilló que disponen tanto de patrullas aéreas como barcos para el control de la situación. 

Por otro lado, Alejandro Mayorkas, Secretario de Seguridad Interna de Estados Unidos, declaró ante la prensa al respecto. “Déjenme ser claro: si usted se lanza al mar, no será recibido”. 

El representante del ejecutivo puntualizó que las medidas abarcan a migrantes de cualquier nacionalidad. No obstante, su objetivo fundamental es reducir el traslado ilegal de personas procedentes de la Mayor de las Antillas. 

La Guardia Costera también aseguró que al menos una veintena de personas han muerto en las aguas internacionales que  separan a ambas naciones. Según lo expresado, los lamentables sucesos se fechan en semanas recientes. 

A principios de julio, las patrullas norteamericanas devolvieron a Cuba un total de 36 civiles que habían emprendido salidas marítimas ilegales del país caribeño. En su mayoría, los migrantes utilizaron medios rudimentarios de navegación para su viaje y al menos uno de los grupos tuvo ayuda de una embarcación procedente de la Florida. Hasta ese momento, al menos 411 personas habían sido devueltas por Estados Unidos a la Isla.