El primer ministro de Cuba, Manuel Marrero Cruz, afirmó durante un recorrido por Playa Larga, en Matanzas, que la gente está abusando y sigue haciendo casas ilegales. En un reportaje de la televisión cubana Marrero Cruz pidió control a las autoridades del municipio, ante tantas las ilegalidades en materia  de vivienda.

Al visitar los poblados costeros Caletón y Playa Máquina, el alto dirigente dijo que el gobierno ha sido mesurado, y “porque son 900 personas, se decidió no demoler esto y mantenerlo tal como está, pero si la gente abusa y siguen construyendo y hay más ilegalidades, a dónde vamos a parar”.

Seguidamente exigió mayor control a los cuadros de Ciénaga de Zapata, el municipio más extenso y con menor cantidad de habitantes de Cuba. Sin embargo, las carencias habitacionales también son una constante allí, por eso han proliferado los famosos llega y pon, con casas rústicas y de pocas condiciones.

“Aquí hace falta una mano firme, autoridad moral, caminar y hablar con la gente y exigir el cumplimiento estricto de lo que está establecido”, indicó el primer ministro.

Más tarde, en Twitter, Marrero Cruz reiteró la cuestión del reordenamiento urbanístico: “La Ciénaga de Zapata cuenta con un gran atractivo: la naturaleza. Las acciones constructivas se deben realizar siguiendo las normas para la conservación de este patrimonio, de forma ecológica y sostenible”.

Y añadió que “las personas deben colaborar en las acciones de conservación y mantenimiento de la zona costera, manteniendo el orden y la imagen del lugar”.

Sin casa

La vivienda es uno de los mayores problemas que enfrentan los habitantes de Cuba. Varias generaciones se ven obligadas a convivir bajo un mismo techo, y aunque el gobierno ha establecido planes anuales, los resultados distan mucho de las necesidades.

En la práctica las instituciones que deben velar por el cumplimiento de los planes urbanísticos, no han logrado su cometido. Poco pueden hacer ante la avalancha de personas que, de un día para otro, se instalan en diversas zonas, casi siempre en la periferia de ciudades y pueblos. En esos sitios levantan, con lo que tengan a mano, cuatro paredes y un techo.